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 Un disparo por
error de un policía en Aruba, acabó con la vida de dos colombianos; en momentos
que se desplazaban por una calle en un Terios Daihatsu, el 22 de febrero del 2012.
Ese día, los
guajiros Benjamín Castro Aguirre y Alcides Francisco Peralta Pereira, fueron masacrados,
por lo menos el Equipo de Arresto de la Policía Judicial de ese país disparó
más de 60 veces contra el automotor.
Esta información se
desprende de un documento que mando la Isla a la Cancillería colombiana, que
pide explicaciones sobre lo sucedido y reclamó el que no hubiera dado a conocer
de manera oficial el acta de levantamiento de los hechos.
El tenor del
documento califica el operativo como un «trágico suceso», exime de
responsabilidad a alguna a los policías que participaron del operativo pese a
que se reconoce que abrieron fuego contra el vehículo por el error de uno de
los agentes, a quien al parecer se le disparó un tiro por error.
 Benjamín Castro Aguirre. 
Se conoció que fue
un operativo que se montó por información que suministró DEA, donde
aparentemente había droga.
«Consideramos
confusas e imprecisas las conclusiones presentadas», indicó el Ministerio
de Relaciones exteriores al citar un informe del Ministerio Público dado a
conocer en septiembre del año pasado.

«Cuando el
vehículo fue detenido, tres miembros del equipo de arresto iban a detener las
personas en el Daihatsu y trataban de abrir la puerta trasera. Durante este
movimiento disparó un tiro accidentalmente, probablemente por reflejo de la
mano. Ninguno de los ocupantes fueron alcanzados, pero resultó en una visible
nube de color claro (probablemente astillas de vidrio finas) cerca del vidrio
de la puerta trasera en la dirección de uno de los otros miembros del Equipo de
Arresto.
 
Este miembro del
equipo de arresto reaccionó inmediatamente suponiendo que le disparaban desde
el Daihatsu y disparó varias veces al Daihatsu», dice el informe.
Con los primeros
disparos los ocupantes del vehículo murieron, como se muestra en un video dado
a conocer por Noticias Uno el año pasado. El documento de Aruba indica que el
carro llevaba 12 kilos de cocaína y no menciona ni que los ocupantes hayan
estado armados ni que hayan disparado contra los agentes.
Para la justicia de
Aruba, el miembro de la Policía que disparó primero lo hizo de forma accidental
y por lo tanto no puede ser acusado de homicidio culposo: «y puede basarse
en la instrucción sobre el empleo de la violencia; para el empleo de su arma
está exento de responsabilidad criminal».
Sin embargo, para
Colombia, este informe y la respuesta entregada a Colombia se basa en meras
suposiciones, como en la que dicen que el agente reaccionó suponiendo que le
disparaban: «Solicitamos muy respetuosamente realizar una investigación
más a fondo».
En otro de los
apartes del informe de la justicia de Aruba, también dice que los otros dos
miembros dispararon en el cuadro de la instrucción sobre el empleo de la
violencia: «Emplearon sus armas bajo la suposición comprensible de una
defensa necesaria de su vida contra un asalto inmediato e ilícito de los
ocupantes del Daihatsu (…) A través de la nube de astillas, causada por un
disparo accidental, era razonable concluir que dispararon dentro del Daihatsu
(legítima defensa)».
Lo que Colombia no
entiende es por qué pese a la gravedad de los hechos y el número de impactos de
proyectil se tengan en cuenta suposiciones en el dictamen y se obvien aspectos
relacionados con los Derechos Humanos y las funciones y obligaciones de las
autoridades.
Alcides Francisco Peralta Pereira.
En un oficio con
carácter urgente, la cancillería le pidió al consulado de Colombia en Aruba dar
celeridad al trámite de una respuesta a la nota verbal del 20 de noviembre. Sin
embargo, en Aruba el tema se quedó en silencio.