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La planta del maíz tiene altas utilidades que van
desde alimentar a los animales cuando escasee el pasto, hasta renovar potreros
afectados por la situación climática adversa de los últimos años.
En
el marco del programa de forrajes que adelanta Fedegan para impulsar el campo
colombiano ayudando a mitigar los impactos de la variación climática, se puso
en marcha un nuevo apoyo donde se podrá acceder a semillas de calidad mediante
un subsidio hasta del 60 % si son pequeños ganaderos con menos de 50 reses. Por
su parte, los medianos  y grandes
tendrían derecho a un 25%.
Con
este beneficio los ganaderos podrán adquirir semillas de maíz hibrido de alta
utilidad (biomasa y grano), con las cuales se garantiza una adecuada
alimentación del vacuno y además mejoría en la dinámica de forrajes ante las
dificultades climáticas.
Cabe
destacar que la semilla de maíz es hibrida que se comporta como un forraje para
provisión del ganado supliendo el prado natural y suplementa grano para un
mejor balance nutricional.
«Estos
maíces híbridos presentan una arquitectura de planta ideal para ser utilizada
en forraje y en ensilaje, gracias a la altura que en promedio es de 2,71cm, un
tallo grueso, hojas anchas y mazorca larga, que logran proveer mayor biomasa y
grano para mitigar los efectos ambientales adversos sobre la producción
ganadera”, señaló Henry Vanegas Presidente de Fenalce.
Además,
el ganadero que posea 25 vacas no necesita sino una 1 ha de cultivo de
maíz   para iniciar la renovación
progresiva de potreros con cultivos semestrales que ayuden a proveer la comida
para los tres meses del año en los que no hay pasto, optimizar los costos
produciendo el ensilaje en la propia finca e intensificar de una manera
sostenible la producción ganadera.
Por
las sequías o por inundaciones,  el
ganadero colombiano pierde tres meses del año y otros tres meses robusteciendo
el vacuno, al igual que menos crías por no tener un suministro alterno de
forraje como el maíz que permite garantizar el alimento para los animales aun
cuando los pastizales estén secos o por el contrario llenos de agua por
excesivas lluvias.
Según
Fedegan el ganadero no se puede seguir dando el lujo de perder la mitad del año
productivo por efecto climático y por tal motivo este subsidio busca incentivar
la práctica de producir el ensilaje de maíz para que la ganadería vuelva a ser
un negocio sostenible. Igualmente el gremio cerealista Fenalce viene
acompañando al ganadero para que aprenda a producir la comida en su propia
finca en lugar de comprar ensilaje o concentrado de marca que resulta muy
costoso.
“No
es que vayamos a reemplazar el pasto, sino producir maíz para cortarlo,
prensarlo y guardarlo como forraje para alimentar el ganado en la época en la
que no haya pasto”, agregó Henry Vanegas Presidente de Fenalce.
Con
el subsidio se pretende hacer pedagogía en Buenas Prácticas Agrícolas ya que el
ganadero desconoce que con 1 sola hectárea de maíz híbrido se puede suplir el
forraje para alimentar 25 vacas durante 100 días suministrando 15 kilos de
ensilaje de maíz más pasto seco. No hay que salir del ganado en esas épocas
críticas ni dejar la ganadería.
Sino
aprovechar la agricultura para ponerla al servicio de la ganadería. Y así
tendremos una ganadería cada vez más sostenible y competitiva.