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Otro grupo de
nativos continúa en una válvula del gasoducto binacional Antonio Ricaurte
En horas de la tarde y
hasta las 11 de la noche de ayer lunes 2 de septiembre, varias comunidades de la etnia Wayuu se tomaron en la
mañana de ayer el Consulado de Venezuela en Riohacha, como presión para que la
empresa PDVSA cumpla con compromisos firmados con las autoridades
tradicionales.
Mientras, esto sucede, el malestar de los nativos se
evidenció el domingo cuando decidieron tomarse la segunda de las cuatro válvulas
que en territorio guajiro existe del gasoducto binacional Antonio Ricaurte, que
va desde La Guajira hasta Venezuela.
La toma la hacen en el kilometro 29 en la vía que de
Riohacha conduce a Maicao, porque la empresa PDVSA canceló el contrato de
vigilancia en donde laboraban cerca de 80 nativos y ahora quedaron sin empleo.
Creen que van a contratar otro personal.
Igualmente, dijeron que en muchas ocasiones los vehículos
de empresas contratistas en más de una ocasión atropellaron y mataron animales
como chivos, ovejos e incluso gallinas y hoy quieren que les indemnicen los
perjuicios ocasionados.
Asimismo, con la toma bloquearon el paso a la válvula,
pero operarios contratistas pasaron por otra vía y luego llegaron al lugar de
trabajo, los nativos retuvieron el automotor, como presión para que la empresa
haga presencia y aclare las dudas que sobre vigilancia tienen los nativos.
 Nevis Peñaranda
“Antes entraban por el kilometro 29+ 800 metros, pero
inexplicablemente entraron a trabajar por el kilometro 23 y en el lugar de
trabajo se les retuvo el automotor y ahora deberán pagar una falta por violar
predio privado”, indicó Nevis Peñaranda, líder comunitaria.
Se ha conocido que llegaron dos funcionarios de la
empresa desde la capital del país; quienes tendrían poder de contratación.