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22 años y 3 meses fue la pena que le impuso el Juez
Cuarto Penal del Circuito con funciones de Conocimiento de Cartagena, a Johnnatan Munir
Herrera González, luego de hallarlo culpable de la muerte de la joven
riohachera Kimberly Herrera Morales.
El hecho de sangre se remonta al 29 de marzo del año
pasado, cuando la joven de 20 años de edad, fue encontrada muerta y medicina
legal le contó en su cuerpo 17 puñaladas en su vivienda ubicada en la manzana
10 con lote 22 del barrio Altos de San Isidro de Cartagena.
Horas después, Herrera González se entregó a las
autoridades, reconociendo haber asesinado a su novia, con quien sostenía una relación
de 4 años. De inmediato fue encarcelado.
En una audiencia, el 
Juez lo castigó, tras hallarlo culpable del delito de homicidio agravado,
después de un largo proceso judicial y un preacuerdo con el Fiscal 34
Seccional.
Los familiares de la occisa, luego conocieron el fallo se
mostraron inconforme, indicando que la pena debió ser más severa.
“Todos las pruebas contra Johnnatan eran irrefutables.
Primero, él hizo un preacuerdo con la Fiscalía, por el cual iba a recibir 17
años de cárcel, pero renunció y decidió irse a juicio, cambiando de abogado.
Luego, volvió a cambiar de abogado y a hacer un nuevo acuerdo con la Fiscalía”,
indicó Donaris Herrera, papá de Kimberly.
También dijo el progenitor de la víctima, que no le
dieron más años porque no tenía antecedentes y porque el investigador que tomó
su declaración cuando se entregó no lo puso 
a firmarla, complicando todo.  La
pena que le dieron no fue suficiente para castigar lo que hizo. La justicia no
es la que uno espera, es insatisfactoria, pero sé que Dios encontrará la forma
de hacer justicia”, relató resignado Donaris Herrera, papá de Kimberly.

El padre de la joven también indicó que a Johnnatan no le
tocará pagar una indemnización por lo que hizo, pero sí perderá su derecho a
ejercer funciones públicas durante el mismo tiempo de condena.