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Cerrejón informa que continúan las protestas asociadas a la terminación del contrato de vigilancia privada entre Sepecol y Cerrejón como consecuencia del cambio de contratista resultante de un proceso competitivo adelantado por la Compañía. Desde el 18 de junio comenzaron las manifestaciones por parte de un grupo de empleados de Sepecol en las instalaciones de Cerrejón y en uno de los ingresos del complejo minero, con bloqueos intermitentes al acceso de personas; y desde el viernes 20 de junio, se sumó un bloqueo a la línea férrea en el km 34.

A pesar de los múltiples intentos de Cerrejón, de las autoridades municipales y la Defensoría del Pueblo para propiciar el diálogo pacífico entre Sepecol y sus empleados, los bloqueos se han mantenido e incrementado con graves consecuencias para nuestra operación, sin lograr llegar a una solución pacífica.
En la madrugada de hoy, debido a diversas acciones de hecho, que constituyen una alteración del orden público, y a la negación a dialogar, la Policía y el ESMAD realizaron acciones tendientes a restablecer el derecho al trabajo, a desbloquear las vías y restaurar el orden. Se realizó un desbloqueo parcial, pero horas más tarde los bloqueos reaparecieron y se sumaron personas de la comunidad. La Empresa invita a respetar las facultades y autonomía de las autoridades civiles y de policía con el fin de cumplir con sus deberes legales y constitucionales para garantizar que en el territorio nacional no se ejecuten actos por fuera del marco de la ley.
Cerrejón insiste también en su total respeto por las manifestaciones y la protesta pacífica sin que éstas se constituyan en vías de hecho o violatorios de los derechos de los demás y reitera su disposición para acompañar un proceso de diálogo. Más aún, la Empresa promueve la creación de una mesa de diálogo con la participación de los principales actores, es decir: trabajadores de Sepecol, sus sindicatos, comunidades que se han unido a la protesta, la misma empresa Sepecol y Cerrejón, con el fin de encontrar una solución pronta dentro del marco legal.
Esta protesta no se justifica puesto que Cerrejón ha insistido ante sus dos nuevas empresas de vigilancia privada para que los actuales empleados de Sepecol, incluyendo a los pertenecientes a las comunidades wayuu del área, tengan prioridad en el proceso de contratación de personal y a todos los empleados se les haga la liquidación correspondiente cubriendo los requisitos legales. Todas las empresas han estado dispuestas a cumplir con estas peticiones.
Cerrejón reconoce el diálogo como el mecanismo más efectivo para superar cualquier conflicto; y reitera que los ajustes realizados en sus contratos de vigilancia privada, que generan una reducción en número de puestos de trabajo, obedecen a la nueva realidad de mercado que enfrenta en general el sector minero y en particular la Compañía y que exige diseñar y ejecutar estrategias para asegurar su sostenibilidad, indispensable para continuar generando bienestar para la región y sus comunidades.

Cerrejón invita a que de manera inmediata cesen las vías de hecho permitiendo que los gestos de confianza recíprocos sean los cimientos para la construcción de una salida negociada.