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Para conseguir los propósitos en la vida sólo se requieren tres cosas: Constancia, disciplina y el amor. Eso dijo el médico cirujano Jorge Luis Iguaran Quintero, luego que se le preguntó el por qué convertirse ahora en cantante.

En la actualidad lleva tres álbumes en dónde ha expresado todos sus sentimientos que tenía guardados desde la niñez. Dos han sido grabados como vallenato tradicional y en éste último incluyó además del acordeón otros instrumentos como: saxofón, trompeta, trombón y piano.
En esta producción el acordeón sólo se usó en ciertas canciones y en muy pocos espacios, pero siempre realzando la música de Francisco El Hombre.
Según el artista, con este cambio las melodías obtuvieron un sabor indescriptible que adorna mucho más el mensaje y haciéndolo más agradable al oído.
“Estas son algunas de las razones, por lo que invito al lector a escuchar estas bellísimas canciones, que seguramente harán parte de su gusto musical”, dijo.
En los tres CDs ha grabado 32 canciones. El primero contenía 10 temas y se llamó La Cirugía, el segundo La Medicina de Jacobo, con 12 melodías y el tercero El Amigo Chan con 10 canciones.
  
Jorge Luis Iguaran Quintero, nació en el año 56 en el corregimiento de El Abra, zona rural de Riohacha, en el hogar conformado por Marciano Iguarán y Argénida  Quintero, siendo el octavo de nueve hermanos. Casado con Evelis Ibarra y padre de tres hijos.
Se graduó como médico-cirujano en la Universidad del Zulia y se especializó en diabetología y administración en salud en la Universidad Central de Venezuela. En la actualidad labora en el Ministerio de Salud Pública y en el Ministerio de Educación de la República Bolivariana de Venezuela.
Su vocación por el canto, nació de manera accidental; porque le pagaron una deuda con un acordeón. Se lo entregó a su hijo y no le dio importancia, viéndose obligado a convivir con él.
“Los primeros ensayos fueron muy desagradables, porque los acordes que se conseguían eran muy disonantes, molestándose en ese entonces, la familia y algunos vecinos.
Pero poco a poco, con mucha prudencia, constancia y demasiado interés por aprender, fui entonando algunas melodías, y con la ayuda de Julio Casses, quien me impartía conocimientos vía telefónica”, precisó  el mencionado doctor.
Iguaran Quintero, aseguró que con su experiencia ha demostrado que la edad no es limitante para llegar al objetivo final y con constancia, disciplina y amor se obtiene todo lo que se propone.
Finalmente, el cirujano del vallenato le recordó a los lectores y anunciantes de este medio de comunicación que la música es el sonido más agradable al oído, después del nombre propio y al mismo tiempo, es un estimulante, reconfortante, y dador de autoestima; por lo tanto, lo aleja a usted de las situaciones de conflicto social; incluyente el consumo de estupefacientes que lamentablemente es el tema de moda de las nuevas generaciones.