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Uno de los componentes más importantes del mobiliario urbano en cada ciudad es el espacio público, lugar donde cualquier persona tiene el derecho a circular, en paz y armonía, donde el paso no puede ser restringido por criterios de propiedad privada y excepcionalmente por reserva gubernamental.

Por lo tanto, el espacio público es aquel espacio de propiedad pública, dominio y uso público.  El espacio público proviene de la separación formal entre la propiedad privada urbana y la propiedad pública.
En Maicao este espacio se perdió hace más de tres años, por cuenta de los expendedores extranjeros que han venido apropiarse del espacio público con complicidad de la administración municipal de Maicao, porque les interesa más el recurso que captan por impuesto que por recuperar el espacio público.
La situación más crítica se observa en el sector comprendido entre las calles 11, 12 y 13 con carrera 13 hasta la 20;  pero un capítulo aparte merece el caos que se  vive en la calle 13, que se encuentra absolutamente intransitables, no hay libertad para el peatón, que en muchos casos expone la vida al tratar de cruzar la vía.
Los extranjeros de nacionalidad venezolana se han ido apropiando del espacio que ya se ha vuelto una costumbre verlos ubicados en el mismo lugar, bajo la mirada lacónica de todas autoridades existentes en Maicao,  el peatón debe arriesgar su vida caminando por la vía asignada para carros y motos.
En ese sentido, son muchas las calles cuyos andenes se encuentran totalmente ocupados, por no decir, copados con mercancías que estos venden a un precio más económicos que los nacionales, los cuales naturalmente si cumplen con los requisitos exigidos por las normas en cuanto al pago de sus respectivos impuestos.
Las aceras están llenas de desodorantes, Shampo, jabones de baño, detergentes, afeitadoras, crema dental, igualmente arroz, mantequilla, harinas, azúcar, lentejas, entre otros en grandes cantidades, sueltos así como en bultos.
Si a esto le sumamos la proliferación de moto taxistas, carretillas, taxis y las ‘famosas’ 350 que vienen a descargar en plena vía pública a cualquier hora del día y no están dejando el más mínimo espacio por donde quepa una hormiga.
Por su parte, la secretaria de Gobierno Municipal Justy López Bolívar, conjuntamente con la Policía Nacional y la dirección de Tránsito, han tenido el propósito de recuperar el espacio público, pero eso no se consigue con la sola intención; se requieren políticas de gobierno para reubicarlos en otro sector de la ciudad y proteger el espacio ya desocupado.
Resulta que los comerciantes abandonan el sitio asignado y regresan al que tenían inicialmente; porque la administración no ha sido fuerte en su decisión y termina doblegando ante los intereses de quien paga impuesto.
“Es un trabajo que estamos planeando repetir en cualquier momento para controlar definitivamente esta anomalía”, expresó López Bolívar.
Es tanto la desfachatez de los vendedores que no le ha bastado tomarse el espacio público sino que ahora han invadido un carril para vender sus productos y los vehículos solo pueden transitar por un lado, perjudicando la movilidad de la ciudad.