Aspecto del caballo cuando era atendido por las personas queasumieron voluntariamente su recuperación suministrándole todos los medicamentos.
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Por Alcides Alfaro Guerra

Es la historia de un caballo, que comenzó cuando un día un voluntario se lo donó a un trabajador para que usara su carreta de tracción animal y pudiera hacerse a unos recursos y depender de ellos de manera independiente.

A pesar de la advertencia de la persona dadivosa que lo entregó como un hijo con todas las exigencias para que fuera bien atendido, beneficiario no hizo buen uso del animal y cualquier día, el donante lo encontró en una calle abandonado en malas condiciones: mal estado corporal, baja masa y deshidratado.

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El equino rehabilitándose para supuestamente ser enviado a una parcela y se terminara de recuperar en su hábitat.
El equino rehabilitándose para supuestamente ser enviado a una parcela y se terminara de recuperar en su hábitat.

Fue ahí cuando el periodista de LaGuajiraHoy.com en Maicao, un policía ambiental y un veterinario-zootecnista asumieron voluntariamente la recuperación del animal suministrándole todos los medicamentos.

El joven equino se rehabilitó lentamente, dio señales de vida y el propósito era enviarlo a una parcela en Carraipia, pero una imprudencia abortó la sana intención de que se recuperara en su hábitat.

Inexplicablemente, y no se sabe por orden de quien, intentaron trasladarlo al coso municipal, donde son recluidos los animales que se encuentran en la calle, pero lo hicieron en un vehículo inapropiado, en una cama baja, automotores estos que son solo para transportar motos y carros, porque son unos planchones abiertos.

En la maniobra para embarcarlo al animal se le fracturó una de sus extremidades, lo que no lo ayudó en nada en su recuperación y por el contrario se estresó y se desanimó, habiendo la necesidad de aplicarle una inyección letal, debido a su imposibilidad de moverse para comer.

Dolido por la situación del caballo, el donante les solicito a todas las personas que utilizan estos animales para trabajar, que les den mejor trato ya que ellos se encargan de transportarlos a todas partes con o sin carga.

“No pueden seguir siendo personas con corazones duros, que después que explota, desangra y le quita la vida al animal lo suelte en las calles como una cosa sin valor. A los animales también les corre sangre por sus venas y sienten”, dijo conmovido el benefactor, al tiempo que les sugirió a quienes usan animales para trabajar, que tengan más conciencia, que los cuiden, ya que los caballos hacen parte de la empresa que les ayuda a conseguir la comida con un trabajo duro, y que tengan en cuenta que hoy día tratar mal a un animal y abandonarlo enfermo después de haberse servido de él, es un delito penalizable y castigable.