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Por: Yeeldi Bermúdez y Estefany Mendoza, periodistas de LaGuajiraHoy.com

Hoy estaría de cumpleaños. Su cuerpo fue colocado en cámara ardiente en el Concejo de Riohacha, donde fue presidente en el año 1.997.

Un hombre a quien describen como, cariñoso, atento, respetuoso y principalmente, trabajador, son algunas de las cualidades que dejó en la mente de sus familiares, amigos y conocidos Julio Moscote o ‘Yuyo’ como cariñosamente, le decían.

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Moscote Ortiz, sufrió un infarto el pasado domingo, cuando estaba interno en la Unidad de Cuidados Intensivos en una clínica en Bucaramanga, murió quizás cuando menos lo esperaba y aun así uno de sus hijos manifiesta que él sentía que su hora estaba cerca.

Jaider Andrés Moscote Alvarado.
Jaider Andrés Moscote Alvarado.

Jaider Andrés Moscote Alvarado, su primogénito, y que hoy tiene 37 años, estuvo con él en sus días difíciles, lo atendieron  lo mejor que pudieron, porque infortunadamente, en UCI no es permitido que tenga un acompañante.

Hoy su hijo mayor, lo tiene en su mente con los más bellos recuerdos, y las frases que nunca dejarán de retumbar en su mente, palabras como: ‘hijo eres y padre serás’ era frase que dice que él les manifestaba y hasta en son de reclamo cuando no estaban teniendo buen comportamiento y que son palabras que hoy valora muchísimo.

“Mi papá me enseñó a ver el mundo de otra manera, a independizarme y poder tener todos las cualidades gracias a lo que nos inculcó desde siempre, su crianza fue única”, dijo entre recuerdos Jaider.

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Su cuerpo fue llevado a su pueblo natal Arroyo Arena.

Con cariño, valores y buenas costumbres fueron criados los 20 hijos que tuvo Julio Moscote con 8 mujeres, «muy cariñoso, nos enseñó modales que hoy día somos lo que somos gracias a todo el empeño que puso en nuestra crianza», indicó su hijo.

Nueve mujeres y once varones, llevan el apellido y la sangre de Julio Moscote, aquel hombre que entre sus ocupaciones, gustos, responsabilidades y demás tuvo tiempo para dedicarse a sus hijos, a sus mujeres y a su familia.

“Sus actitudes nos impulsaron a salir adelante, siempre fue un hombre fuerte y valiente en todo sentido. Nos criamos en una circulo de unidad, gracias a eso pudimos salir adelante”, aseguró Moscote Alvarado.

Igualmente, su hijo menor, Andrés Avelino Moscote Aguilar que solo tiene 9 años, dijo que lo recuerda como una buena persona y que nunca decía que no. Su plan era permanecer siempre juntos. “Siempre andaba con él, yo lo hacía coger rabia, eso no lo puedo negar, pero viví muchos momentos felices con mi papá, lo extraño mucho, estoy muy mal por lo que a él le está pasando me ha dado duro”.

Eugenia Solano.
Eugenia Solano.

Asimismo, su compañera por más de 30 años y con quien vivía hasta el día de su muerte, recuerda que siempre le decía que mejor era que él muriera antes que ella, porque ella siempre ha sido fuerte y él no resistiría vivir sin su presencia. Eugenia Solano, actualmente se recupera de un cáncer de mama y mantiene controles mensuales.

Lo describió como un hombre amoroso y que aunque su única ‘mala costumbre’ como ella lo menciona era que fue mujeriego, “me decía mi vieja, a él le dio duro mi enfermedad y me cuidó mucho”, aseguró Eugenia.

“Al momento de su fallecimiento, los médicos me llamaron para avisarme, fue un momento difícil, pero, hoy me quedan los recuerdos y el último viaje que hicimos a las islas Caribe, nos estábamos preparando para irnos a la Bahamas. Ahora, me quedan sus recuerdos”, afirmó su compañera de vida.

Andrés Avelino Moscote Aguilar
Andrés Avelino Moscote Aguilar

Sus hijos, familiares y amigos, le atribuyen el legado de unión familiar gracias a su forma de ser, a su actitud y porque siempre le gustaba pasar con sus hijos y en sus cumpleaños decía que quería estar con todos, en Arroyo Arena, en su finca y en su pueblo natal.

“Él mismo pedía que lo trajeran a despedirse de Arroyo Arena cuando muriera, y eso hicimos porque este fue su nido, su lugar favorito y su mayor fortuna”, concluyó Jaider Moscote.

En cámara ardiente en el Concejo Distrital

El Concejo Distrital de Riohacha, dió el último adiós al cuerpo sin vida de Julio Moscote Amaya, quien fue traído desde el corregimiento de Arroyo Arena. Moscote Amaya, fue presidente de la corporación en el año 1.997.

El hombre de 57 años de edad era un guajiro emprendedor, quien con sus habilidades y destrezas supo avanzar y superar las adversidades de la vida, fue buen esposo y buen amigo.

DSCN0441En el salón de sesiones José María Ballesteros, fue velado en cámara ardiente el cuerpo del exconcejal. Con voz quebrantada y tristeza, varios de sus colegas les dirigieron palabras de aliento a sus familiares.

“Con profundo dolor le damos la despedida a Julio, sé que era un gran hombre proveniente de pueblo y que con sacrificio y lucha subió, hay muchos que pueden dar fe de su calidad humana” dijo, Aloima Miranda, presidente del Concejo.

Entre lágrimas y aplausos, fue despedido al amigo, colega, padre y esposo para luego recibir las honras fúnebres en la catedral Nuestra Señora de los Remedios y por último, ser sepultado en el cementerio central de Riohacha.