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Para seguir operando el programa de Autosuficiencia Indígena en La Guajira, SAIL, que adelantan las Fundaciones Baylor y Éxito, se requiere que las comunidades indígenas del municipio de Manaure, ayuden a generar garantías, porque se corre el riesgo de no continuar con el programa debido al robo del vehículo que transportaba los alimentos.

Dicho programa tiene el propósito de contribuir en la reducción de muertes de menores por desnutrición y la morbi – mortalidad materna y perinatal, en el municipio de Manaure, que es uno de los que arroja más victimas anualmente.

La Directora Ejecutiva de la Fundación Baylor, Ana María Galvis, considera que se deben tomar medidas para mitigar el riesgo, ya que a diario transitan varios carros por la zona, por lo que la participación de la comunidad es importante para proteger los beneficios que reciben.

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Galvis, asegura que la entrega de esta alimentación suplementaria se realiza mensualmente, sin embargo, diariamente, personal de la Fundación transita por la zona, realizando gestiones extramurales, ya que el programa va acompañado de un componente de atención en salud, que incluye medicina especializa por pediatría y ginecología y otro componente de charlas y capacitaciones para los miembros de la comunidad.

Además, de generar empleo a los miembros de la comunidad, ya que de los 39 trabajadores con que cuenta la Fundación, tres no son guajiros. En estos tres años la Fundación Baylor ha logrado atender unos 6 mil beneficiarios y esperan llegar a 10 mil.

Robo del vehículo que transportaba los alimentos

El pasado jueves en el sector de Buenavista, en zona rural de Mayapo, fue interceptado por tres delincuentes que le hurtaron la camioneta que era utilizaba para el transporte de alimentos para menores desnutridos y madres gestantes y lactantes, en  zona rural del municipio de Manaure.

El atraco se presentó cuando el conductor de la camioneta de color blanca una Ford 150 de placa colombiana BEA568, venía de regreso hacia Riohacha, luego de entregar los paquetes alimentarios en cuatro comunidades indígenas de la zona.

El conductor resultó herido por lo que fue socorrido y trasladado a un centro asistencial, en donde fue necesario que los galenos le realizaran una sutura de cuatro puntos en su cabeza.

Según la versiones que se conocen del hecho, tres personas al parecer de origen wayuu, se le atravesaron al automotor e hicieron dos disparos al  aire para detener la marcha del vehículo. Una vez lograron su objetivo, golpearon al conductor y lo despojaron del automotor el cual no prendió enseguida lo que hizo que los delincuentes hicieran otro disparo al aire.

Esta actitud obligó al ayudante del conductor quien hablaba Wayuuniki les habló en su lengua, para tranquilizarlos un poco. Una vez logran encenderlo, arrancan con rumbo desconocido por la vía de Perraca.