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Por Pablo Gámez Sierra.

El parque Recreacional Agualuna, una obra biosaludable, construida con recursos de regalías y que respondía a uno de los interrogantes de los habitantes del municipio de Barrancas, con respecto a la recreación y el deporte, dónde compartían alegremente turistas, propios, residentes y visitantes con sus familiares,  hoy sus instalaciones están deterioradas, abandonas, desvalijadas y convertidas en un nido de basuras, excrementos humanos y de animales, dónde solo frecuentan, drogadictos, gamines y delincuentes.

Los amigos de lo ajeno se han llevado todo, puertas, ventanas, baños, lavamanos, cables, luminarias, enseres de cocinas, juegos mecánicos y ni siquiera los toma corrientes se pudieron salvar de la acción de los inescrupulosos delincuentes.

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Las piscinas de adultos y niños muestran un total estado de deterioro, debido al tiempo que llevan al intemperie, sin agua  espuertas al sol; los amplios espacios libres que utilizaban los infantes para correr, jugar y sentarse, están llenos de malezas, roedores, serpientes y de toda clase de insectos  infectocontagiosos.

Este equipamiento urbano construido durante el periodo administrativo de Miguel Fonseca Gámez 1998 — 2000, e inaugurado y puesto al servicio de la comunidad en el 2004, en el mandato de Yandra Cecilia Brito Carrillo (q.e.p.d); cumplía con todos los requerimientos, de los grandes centros de recreación.

En su momento a través de un contrato de comodato fue entregado  a Comfamiliar de La Guajira para su administración, entidad con el que funcionó normalmente por espacio de más de 10 años, pero en la administración de Javier Sadet Figueroa Brito, suspendieron el contrato a Comfaguajira dejándolo a la deriva.

Muchos fuimos alguna vez al reconocido Parque Recreacional Agualuna a compartir los fines de semana o festivos en familias, de un fascinante ambiente ecológico, bañarnos en las hermosas piscinas, contemplando esa gran infraestructura y degustando deliciosas comidas, dónde los visitantes pasaban vacaciones inolvidables mirando a nuestros niños felices, jugando en las atracciones mecánicas, carros chocones, trencitos, laberintos, carruseles ; que hacían parte de las opciones que ofrecía   el parque para el disfrute de los infantes.