El reconocido periodista guajiro Edgar Ferrucho Padilla dialogó con la escritora Beatriz Helena Robledo, en donde ahondaron en la vida de María Cano, primera mujer colombiano que reclamó los derechos de los obreros.
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Por Nelson Rodelo Celedón.

El reconocido periodista guajiro Edgar Ferrucho Padilla recibió una escritora de baja estatura, oriunda de Manizales, sonriente y llena de experiencias literarias, en los diálogos literarios de Hay Festival, en el marco de la XI versión.

Su nombre es  Beatriz Helena Robledo, escritora e investigadora en las áreas de Literatura Infantil y Juvenil y en procesos de formación lectora y con 25 años de experiencia en el campo de la lectura.

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El diálogo era disertar sobre su último libro, María Cano: La Virgen Roja, el cual retrata la vida de una mujer de espíritu de revolución y protesta que expuso en los años veinte sus ideas de cambio social.

Helena Robledo escribió un libro sobre la vida y obra de María Cano y que antes no existía una biografía oficial de ella, la cual fue admirada por defender los intereses de la clase obrera colombiana.

“Todo parecía esperanzador, pero ella se da cuenta las condiciones tan deplorables en que vivían los obreros. Primero porque trabajaban más de ocho horas, vivían hacinados en unas piezas y realmente no ganaban mucho dinero. Es ahí donde decide pelear por ellos, buscan la reivindicación de ellos en la sociedad”, señaló.

María Cano.

En su texto, Beatriz relata que una de las primeras protestas que desenvolvió las reflexiones de María Cano sobre las condiciones precarias y de explotación de las trabajadoras, fue la de Bello, el 14 de febrero de 1920 bajo la dirección de Betsabé Espinosa en la Compañía de Tejidos Medellín.

Robledo admira a Piedad Córdoba pero le molesta que los medios tergiversen su imagen. Considera que Piedad es una mujer que también está luchando para la reivindicación de las clases populares, con ideas socialistas. Añade que hacen falta mujeres que trabajen por la defensa del pueblo, más allá de intereses llenos de politiquería.

Considera además que hay mucho desconocimiento de la obra política y analítica de Cano y no se tiene en cuenta como guía para el ejercicio de la política.

“Cano habló en contra de la pena de muerte y del servicio militar obligatorio, lo hizo con fuertes argumentos que iban más allá de la política. Eran análisis certeros sobre ese tipo de temas”, señaló Beatriz Helena Robledo.

Su texto destaca además que María Cano fue encarcelada y acusada de “rebelión” por haber instigado la huelga de las bananeras; la insurrección planeada para el 29 de julio de 1929 por el PSR fracasó por problemas de comunicación en medio de la encarcelación de sus dirigentes.

El final de Cano fue el juicio político realizado por el presídium de la Internacional Comunista (IC) a las exdirigentes del PSR por organizar, según la IC, la lucha armada sin consentimiento partidista.

La conversación terminó con importantes reflexiones sobre esa admirable mujer; tanto Ferrucho, como Robledo y el público, quedaron deleitados por toda esta historia desconocida que aún tiene mucha tela por cortar y que debe servir para no repetir los errores del pasado.