La comunidad del barrio Los Olivos en una Unidad Comunitaria de Atención -Uca-, ubicada en el mismo sector.
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En los meses de noviembre y diciembre, una fundación bajo contrato del Icbf, cobijó a los niños de cero a cinco años y a madres lactantes y gestantes del barrio Los Olivos, en una Unidad Comunitaria de AtenciónLa Corporación Internacional para el Desarrollo Social y Empresarial  (Uca), ubicada en el mismo sector, hoy reclaman una sede que los acobije.

Al finalizar el contrato de esta Fundación, otra entidad buscó la continuidad de los niños en el programa, buscando reubicar a los beneficiarios en otra Uca.

Según varios habitantes del barrio, La Corporación Internacional para el Desarrollo Social y Empresarial (Coindesoemp), llegó a las casas de quienes estaban cobijados en el contrato anterior, anunciando el cambio y quien no aceptara, le proponían firmar un acta de retiro voluntario. Así lo asegura el presidente de la Junta de Acción Comunal, Miguel Segundo Ceballos.

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Miguel Segundo Ceballos

“Ellos les llevaban un formato a las madres para que lo firmaran, si no querían aceptar el cambio de la Uca hacia los nogales o hacia el 31 de octubre. Además, ni siquiera nos socializaron eso con anterioridad, sabiendo que deben comunicarle a los líderes y a las maestras que trabajaron anteriormente, que son las que saben todo sobre los niños del barrio antes de tomar decisiones”, señaló.

Por su parte, María Montero, trabajadora social y dinamizadora en el programa anterior, no se explica tampoco por qué no hubo previa socialización o las razones que expliquen el acta de retiro voluntario.

“Es preocupante que hayan venido aquí queriendo llevar los niños hacia otro lado cuando para muchas madres es difícil llevarlos hacia otro barrio por sus condiciones económicas. Queremos que tanto Coindesoemp, como el Bienestar Familiar nos respondan por los niños de nuestro barrio que aun aparecen en una base de datos”, manifestó.

Para responder a los moradores, Juan Segundo Daza, director de Coindesoemp, aseguró que su fundación opera con 36 Ucas en todo el casco urbano de Riohacha, ubicadas en la comuna 10 y la comuna 7 y que es complicado lograr que haya una sede en cada barrio por cuestión de costos y presupuestos.

Juan Segundo Daza.

“El líder quiere que la Uca esté en su barrio como venía sucediendo el año pasado, pero nosotros como fundación hemos distribuido las que tenemos equitativamente, pensando en cubrir a los 1.500 cupos que tenemos asignados. Hemos buscado puntos estratégicos y equidistantes para que las madres gestantes y lactantes y los menores puedan asistir y poder seguir brindándole la atención. Tenemos las puertas abiertas para ellos”, señaló.

En cuanto a las actas de retiro voluntario, aseguró que “es un documento legal, que muchos aceptaron firmar porque les quedaba muy lejos la Uca, sin embargo, eso no los saca de la base de datos del programa del Icbf, ellos siguen vinculados. Solo que mostraron su voluntad de no asistir a donde nosotros les indicamos”, agregó.

Tanto los del barrio, como los representante de la fundación, seguirán en reuniones para llegar a un mutuo acuerdo, los acompañarán funcionario del Icbf.