Las velas se encendieron en la plaza Almirante Padilla de Riohacha, en rechazo de las 311 muertes de líderes sociales.
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Por Jefry Machado González.

No fue una reunión más, fue para alzar la voz de quienes se quedaron sin suspirar por pensar distinto. El pasado viernes en cada rincón de Colombia se organizó el llamado Velatón Nacional por la muerte de líderes y lideresas, La Guajira se unió ante esta convocatoria que ha generado conmoción en los activistas sociales.

La Plaza Almirante Padilla del Distrito fue testigo de cómo líderes comunitarios, docentes, estudiantes en sus diferentes categorías y hasta niños, se unieron para encender una vela en memoria de los caídos, donde el principal lema era: el respeto a la vida.

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Una estudiante universitaria, asistió al encuentro por invitación de amigos y sintió la necesidad de unirse ante la toma nacional, porque cree que la unidad de una nación puede cambiar la guerra.

“Esta actividad busca visibilizar la problemática que se vive a diario en nuestra sociedad y sobre todo, en las zonas más remotas. Estos crímenes se llevan a cabo por el solo hecho de pensar diferente, para ellos, eso es un delito. Los actores intelectuales de estas masacres no son comunes, son personas altamente peligrosas”, manifestó.

Las frases relacionada con la paz sería el lema principal, así también lo hizo saber el reconocido poeta guajiro, Miguel Ángel López Hernández, quien escribió en la cartelera de pensamientos: “Pan=paz. La justicia social se siembra en los surcos del corazón”. López Hernández, tuvo una participación breve ante el micrófono e hizo el llamado a la colectividad a tomar conciencia ante estos hechos, a abandonar la apatía y a “quitarse las vendas”.

Durante el ciclo de intervenciones, en los rostros de los líderes se podía ver cierta dosis de indignación y tristeza ante los hechos perpetrados en lo que va de año y que ante su participación la voz se quebrantaba por la conmoción de los hechos. “Se me quiebra la voz al tan solo hecho de exigirle al país que nos dejen vivir”, manifestó uno de ellos.

El encuentro se desarrolló desde las 6:00 de la tarde, hasta las 8:00 de la noche. Sin embargo, en el ambiente se respiraba cierta sensación de miedo, ya que en los espacios del parque Padilla se observaron a dos hombres que tomaban fotografías de manera incesante, lo que generó temor entre los organizadores, ya que estos personas no pertenecían a la organización y tampoco a medios de comunicación del Departamento.