La Guajira Hoy, quiso que los riohacheros conocieran un poco más a los candidatos ya que uno de ellos se convertirá en la persona que administrará sus arcas y orientará el Distrito durante 13 meses. Le presentamos a Miguel Ángel López Hernández, seguidamente, a Juan Carlos Suaza. El perfil del conservador Manuel Sierra Deluque, no se conocerá porque no concedió la entrevista.
Miguel Ángel López, Wayúu, aspirante a la Alcaldía de Riohacha
Es reconocido por su trayectoria como escritor y poeta. Algunos han tenido la oportunidad de escucharlo a través de la radio comunitaria. Mientras tanto, otros lo han visto participar en eventos y concentraciones culturales dentro y fuera del Distrito. Hoy, el nombre de Miguel Ángel López Hernández se escucha más a menudo por su postulación como candidato a la Alcaldía de Riohacha.
López Hernández es de origen Wayúu, perteneciente a la casta Pushaina. Nacido y criado en una de las tantas rancherías que tiene La Guajira, un espacio en el que hizo la exploración de la cosmovisión de su pueblo ancestral.
“Uno habla con sus hechos, no con sus palabras”, exclamó incisivamente ante la postura de su candidatura a la Alcaldía de Riohacha. Sin embargo, su discurso culto y léxico semejante a la de un literato con un premio Nobel, hacen que sus palabras palpen el sentido común y la lógica, pese a que prescindió de su formación académica desde la adolescencia.
Su participación pública ha estado alejada de los escándalos y aunque no es tímido, prefirió reservar detalles de su vida íntima y familiar, tal y como señaló para esta entrevista “en este aspecto prefiero ser muy escueto, no quiero entrar en detalles por el tema de los egos, pero si quiero aclarar que fui criado por mis abuelos paternos y maternos Wayúu”.
A pesar de que sus abuelos fallecieron “muy rápido”, López alcanzó a tener una vida de ranchería hasta los siete años de edad. Su decisión de abandonar sus estudios en la academia fue determinante y vivió en ese periodo con las tías con las que se crió en la ranchería, con la vieja Imelda y la vieja Arlina, como cariñosamente las recuerda. Abandonó la ciudad para irse al monte, lugar donde maduró mucho.
“Fue en esa etapa donde empecé a tener mayor crecimiento cognitivo y espiritual, rodeado de la naturaleza, alrededor de nuestra cultura Wayúu y guajira del Caribe, de esta manera me fui formando con la injerencias de mi cultura hasta el punto de manejar el idioma wayuunaiki, con la comprensión en su totalidad”, indicó.
Pasaron los años y López entró a los escenarios de la cultura con vocación por naturaleza, porque según lo manifiesta pertenece a esa dimensión del arte y allí mismo, desarrolló la escritura, precisamente es esa herencia ancestral que le ha permitido beber del manantial para presentarse en los escenarios internacionales como heredero de una cultura milenaria.
Tiene tres libros publicados de relatos y poesías. Un premio galardonado en La Habana, Cuba; por la casa de Las Américas y una beca internacional en México por la publicación de un libro que se tituló Los 400 conejos del porvenir, que narra el drama de las vivencias del pueblo Meschica, por el Ministerio de Cultura del país azteca.
También se ha desempeñado en el ámbito de los derechos humanos, en los que ha participado en la conformación de más de 20 ONG asociado a la defensa de los derechos humanos, a través Codepaz, del cual es actualmente el coordinador. Aunado a ello, es perteneciente a la dirección de la Junta Mayor de Palabreros de La Guajira.
“Para muchos será una noticia saber que no fui a la academia, pero hay una universidad magnifica que después que tengamos los sentidos abiertos y articulados, algo pasa. Esa universidad del cual les hablo es la del monte, aspecto que digerí de un maestro que decía que su aprendizaje se lo debía a las piedras y el silencio. Y claro, también tuve compañeros de clase, quienes eran las aves, las tórtolas… y empecé a entender que para cada hora tenían un canto distinto”.
