Momentos en el que Óscar Atehortúa, director nacional de la Policía, ofrecía declaraciones a los medios de comunicación.
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Ante la coyuntura que vive el Distrito, con el incremento de muertes violentas de manera sucesiva en lo que va de diciembre, la ciudadanía se encuentra alarmada y espera que las autoridades den la cara e indiquen respuestas oportunas ante este panorama crítico.

Esta vez, el asesinato del locutor, Víctor Guillermo Diago Cardozo, conmueve los medios de comunicación e instó a las autoridades a pronunciarse ante los hechos recientes.

En una reunión a puerta cerrada, con todas las autoridades competentes, se llevó a cabo el consejo de seguridad, entre Fiscalía y el alcalde de Riohacha, Juan Carlos Suaza Móvil.

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»Hemos traído a dos personas especializadas en el área y en conjunto hemos hecho un análisis de inteligencia para saber cual es la problemática de este lugar y entender de qué manera podemos atacar y resolver este flagelo que tanto trastoca a los guajiros», manifestó el director nacional de la Policía, Óscar Atehortúa.

El Director aseguró que no hay una sistematicidad en los homicidios, tampoco señales que arrojen de que pertenecen a grupos armados y que su propósito sea cometer varios delitos graduales.

»Hemos traído varias decisiones, una de ellas es que vendrán dos equipos, uno de ellos de investigación criminal con capacidades técnicas para analizar las armas incautadas y ver si hay una relación con los autores con los crímenes anteriores y en segundo lugar, enfocar en investigar cuáles han sido los móviles y las causas de las homicidios y armaremos un cartel de los más buscados, así sea con los alias», puntualizó.

Finalmente el Director invitó a la colectividad a mantener la calma y pidió la colaboración de quienes sepan o faciliten información de los responsables de los crímenes e informó que el Gobernador ofreció hasta 50 millones de pesos para quienes suministren datos valiosos para localizar a los homicidas.

El caso del asesinato del periodista sigue en investigación, aún se manejan varias hipótesis, pero sin precisión del móvil del crimen y sin dar con el paradero geográfico de los responsables.