El asno fue testigo mudo del percance pero responsable de su desaforada y desbocada carrera como todo burro garañon
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Un singular percance de tránsito se presentó en el municipio fronterizo cuando una pequeña caravana de vehículos de tracción animal ganó a toda carrera la calle 16, el asno no obedeció a la jáquima de su amo y terminó golpeando en la parte trasera a una camioneta tipo Vans.

El carro de mula usado por vendedores de agua en lata se movilizaba por la congestionada vía ocasionando una leve afectación en el vehículo tipo Vans, este hecho llevó al desgaste emocional de ambos conductores quienes se culpaban entre sí.

El conductor del carro le reclamó al dueño del animal su imprudencia y este a su vez manifestaba bajo sus argumentos que no tenía la culpa porque él había detenido el carro de repente.

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El público curioso llegaba poco a poco al ver la trifulca y la discusión que no tenía fin y la cual ocasionó el bloqueo de la vía, esto llamó la atención de la Policía.

El conductor de la Vans se había apoderado de uno de los dos tanques que habitualmente llevan los vendedores de agua, justificando que con el precio del mismo podría arreglar el daño de su vehículo.

En vista de la aguda discusión, la Policía trató de mediar socialmente para que ambos llegaran a un arreglo pero esto no fue posible debido a las agresivas acusaciones mutuas de los dos conductores.

Los agentes hicieron las recomendaciones debidas para que fueran más prudentes al conducir y que no magnificaran el caso debido a que los daños materiales no fueron tan notables.

“Démosle gracias a Dios que no hubo un muerto o una persona lesionada, arreglen las cosas a lo bien  y tengan más cuidado al conducir”, les aconsejó un agente de la patrulla motorizada.

Los dos conductores trenzados en la discucion por el pequeño pangon

Al final, el conductor de la camioneta de servicio interdepartamental huyó del lugar con el tanque ante la mirada molesta del operador del vehículo de tracción animal y sus amigos.

Los asnos no alcanzaron ni siquiera a rebuznar, pero salieron raudos  veloces, como cuando emprendieron la carrera inicial, en busca de más agua para la venta.