Los indígenas de la etnia en el curso básico de Promotores de Salud, que se realiza en el corregimiento de Camarones en el Distrito de Riohacha.
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Un curso básico para Promotores de Salud, un grupo de gente con espíritu joven, líderes en su territorio y con ganas de llevar buenas noticias a cada una de sus localidades en calidad de Promotor de Salud, se puso en marcha en el distrito de Riohacha, con el apoyo de Malteser Colombia.

El propósito es sensibilizar a la comunidad, tener mejores hábitos y llevar una vida más saludable, requiriéndose personas bien capacitadas con información sobre una temática, patologías, recomendaciones preventivas, capaces de motivar y ayudar a las personas para propiciar un cambio de conducta para lograr buena salud.

«El proyecto mejora en el acceso a los servicios básicos de salud en asentamientos rurales y marginalizados de desplazados internos, para  ayudarnos a facilitar el proceso que nos permita incrementar de alguna manera el control sobre la salud comunitaria para mejorarla”, señaló Faver Morales Pulecio, Coordinador del Programa de Salud de Malteser Colombia.

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Estas personas deben ser de la misma comunidad quienes se van a dedicar a orientar las formas de favorecer una mejor salud en la población, que no es otra cosa que poner en práctica políticas de promoción en salud.

Tener las manos limpias es un habito que deben tener los promotores de salud.

La Casa Robles, cuna del prócer Luis A. Robles ciudadano ilustre del corregimiento de Camarones, Riohacha, declarada bien de interés cultural, es la sede de este curso de formación para promotores que durante 40 horas recibirán inducción en mejores prácticas para llevar una vida más saludable convertidos en multiplicadores a nivel comunitario en medio de una población heterogénea entre campesinos, afrocolombianos e indígenas, en su mayoría wayúu.

Cabe resaltar que este proyecto se adelanta con recursos de Malteser International y Cooperación Alemana (BMZ Alemania), se implementa con el apoyo de Asociación de Biólogos de la Universidad del Atlántico- Abiudea y el Programa de Desarrollo y Paz del Cesar-PDP Cesar.

Sus beneficiarios directos son desplazados internos y comunidades receptoras en su mayoría de población indígena y afrocolombiana en La Guajira y Magdalena, que por su condición y ubicación en zonas rurales y marginales, no tienen acceso a los servicios que presta el estado.

“Vemos un grupo muy entusiasmado en hacer algo positivo por sus familias y por su comunidad, estos promotores una vez capacitados, entran a apoyar en terreno al equipo médico y social del proyecto, que por su radio de acción es muy amplio y es necesario recurrir a más personal capacitado para impactar de forma positiva a muchas más personas”, indicó Morales Pulecio.