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En muchas ocasiones, hacer la labor de altruista tiene su precio cuando se mezclan la estima y la admiración, en este caso, para dar el último adiós. Sonia Bermúdez es la riohachera que se ha dedicado a sepultar a personas de escasos recursos económicos. Sus allegados dicen que ella «no llora a sus muertos, pero a ‘Rambo’ sí lo ha llorado mucho».

Una publicación en la cuenta de Facebook de Sonia Bermúdez sobre el estado deplorable en el que se encontraba ‘Rambo’, así como también, pidió la ayuda de la colectividad para a convencer a Jair Lopesierra Salas que debía asistir al médico. Acto que demostró la estima que existió antes ambos.

En medio de su tristeza y nostalgia, Bermúdez Robles dialogó con La Guajira Hoy para expresar sus sentimientos. Desde el primer contacto, sus ojos aguarapados, delatan el apego emocional de un personaje que tanto significado le trajo a su vida, ya que lo consideró la reencarnación de su hermano fallecido.

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«La cercanía conmigo de ‘Rambo’, tal vez, la gente lo confunda porque él decía que estaba enamorado toda la vida de mí, que yo para él era el amor prohibido. Decía que me odiaba, pero de amor. Yo sentía por Jair, como alguien lleno de tanta honestidad y tanta transparencia, pero no como hombre, sino como cuando una persona lo admira a uno, lo quiere a uno y se gana el respeto», expresó Sonia.

La activista social señala que, si ‘Rambo’ le manifestaba tener hambre, ella lo suplía. Y cuando le decía que no tenía para el ‘alcaloide’, refiriéndose al alcohol, ella también le daba dinero para que se refrescara. En otras oportunidades, se encontraba sucio y me obedecía para que se bañara. Y fueron aspectos que le permitieron que Jair meterse poco a poco dentro de su corazón, pero no sólo a él, sino a mucha gente riohachera.

Era una persona diligente, trabajadora, responsable, seria y honrada; son algunos de las virtudes que tenía Jair Lopesierra Salas, conocido como ‘Rambo’.

«A ‘Rambo’ yo lo vi como a un hermano mío, quien ya es difunto desde hace dos años atrás y lo quise mucho. Yo vivía con ‘Rambo’ lo mismo que vivía con mi hermano, era tal cual. Él fue para mí como un reemplazo de quien era mi consanguíneo y como tal, lo traté. Aunque conocí a Jair desde que era un ‘pelao’. De hecho, de jóvenes siempre coincidíamos en lugares como la laguna de El Faro», explicó.

Entre Sonia y Jair, la conexión existía hasta en el plano espiritual, porque Bermúdez aseguró a este medio, que ‘Rambo’ sintió desde hace semanas que él partiría del plano terrenal.

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«Tal vez mucha gente no crea en esto, pero ‘Rambo’ cuando niño llegaba a donde su abuela (urbanización El Faro), y fue el sitio que también visitó en sus últimos días de vida. Yo percibí que el ser humano busca, antes de morir, los lugares donde tuvo su infancia».

Asimismo, Bermúdez Robles resaltó que ‘Rambo’ recibió atención de primera y calidad en el hospital Nuestra Señora de los Remedios: «Nadie puede juzgar al centro de su fallecimiento, porque a Jair lo atendieron los mejores médicos y todo el cuerpo de enfermeros estuvieron pendientes de él».