Ahora los lunes son del zapatero pero para trabajar porque la vaina esta mala.
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Lo del lunes del zapatero para este aguerrido trabajador de la reparación de los calzados, ya no existe. “Eso era antes, ya no se puede porque la vaina está muy mala y hay que trabajar todos los días” asegura.

Juan Antonio Rojano Márquez o ‘Toño’ como mucha gente le dice, lleva 29 años sentado en la plaza central de Maicao en el noble oficio de arreglar zapatos que están en vía de acabarse por el uso y el pasar del tiempo.

Este cartagenero dice que son muchos los zapatos que la gente manda arreglar pero que jamás ha vuelto a reclamar por lo que ha tenido que coger ese material de repuesto para reparar o remendar otros.

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Recuerda con nostalgia esos lunes de zapatero, porque eran los días en que ellos se pegaban sus tragos y si llegaba algún cliente ese día, le decían yo te los arreglo pero deja algo ahí como anticipo, pero mentiras se lo bebían y no arreglaban nada, porque era lunes.

Dice que diciembre es el mes más bueno porque la gente manda arreglar mucho zapato porque la mayoría no tiene para estrenar, pero también dice que es el mes en el que se gasta más.

‘Toño’ quien cumple 48 años este 3 de enero heredó este oficio de su papá pero quiere que sus tres hijos lo superen, se capaciten y aprendan algo mejor.

La mejor anécdota que conserva es la de un cliente que sólo lo buscaba para que le puliera los zapatos. Él le advertía que se estaban rompiendo, que había que arreglarlos, pero el dueño le decía que él no mandaba arreglar zapato que cuando se dañaba los botaba. Hoy ese mismo cliente es el mejor porque le manda arreglar todos los zapatos porque la situación económica le cambió.