La educación en medio de la pandemia

Diomedes Ordoñez
Diomedes Ordoñez
Presidente de Usde Seccional Guajira, 24 años de experiencia en el sector Educativo, rector de la institución educativa Denzil Escolar.

El 6 de marzo del 2020, fecha inolvidable para los colombianos, porque según información del Ministerio de Salud y Protección Social se dio el primer caso confirmado de Covid-19 en el país, se trata de una mujer de 19 años proveniente de Milán.

Los estragos que este virus ha ocasionado en nuestro país no solamente ha sido en cuestión sanitaria, también hay una problemática muy grande y es aterrizada en la Educación. Colombia es un país multiétnico en el cual se visibilizan aproximadamente 87 etnias con diferentes culturas en todo el territorio Nacional.

Hoy por hoy nuestro gran dolor de cabeza es pensar en la educación virtual no solo en los centros e Instituciones Etnoeducativas, también nuestra inquietud es en las Instituciones Educativas en el en el casco Urbano del Departamento de la Guajira.

Ante la suspensión de clases presenciales en las instituciones públicas y privadas como medida ante el coronavirus, el Ministerio Educación Nacional implementó la herramienta de las clases virtuales, lo cual se convierte en un reto no solo para los docentes, administrativos, coordinadores y rectores; sino también para los estudiantes, padres de familia y/o cuidadores.

Lo que no les queda claro a muchos es como trabajarían sin un computador desde sus casas, sin estas herramientas necesarias para poder ejecutar esos procesos académicos desde su hogar, herramientas que no solo el problema radica en no tenerla, también consiste en no saberlo manipular, el no saber leer en algunos casos, en tener muy poco manejo de tecnología, además no hay servicio suficiente de internet.

En algunos casos escuchamos las siguientes preguntas de los docentes ¿Eso es poner a los estudiantes a ver videos? ¿Es escribir por WhatsApp? ¿Es subir las clases a Facebook? Esto y muchos más vacíos los vemos y lo seguiremos viendo porque no hay una formación para poder ejecutar este proceso que para todos es nuevo.

Es una problemática que se avecina, porque iniciaron las clases virtuales con estudiantes que ni siquiera tienen en sus casas para alimentarse, menos para hacer recargas o en algunos casos ir al café internet más cercano.

Y surgen las dudas de los padres que nos preguntan ¿cómo hacer cuarentena si mi hijo necesita realizar una actividad y debe trasladarse a un lugar a donde entran 10, 15 hasta 20 personas para realizar actividades con diferentes intereses, como manejo de computadores, sacar copias, comprar en esa misma miscelánea o en ese mismo café internet?

Es ahí donde juega la imaginación, creatividad, innovación de los docentes para poder llegar a cada casa de los estudiantes y a sus familia y poder impartir sus conocimientos, pero ahora bien, los docentes estamos formados para dar soluciones a diferentes problemáticas, pero, ¿y los padres de familia que no saben leer y escribir?

Estos padres de familia que sólo usan el teléfono para llamadas telefónicas, estos cuidadores que a duras penas conocen el computador físicamente, incluso algunos docentes que están en la labor y a veces sólo saben encender y apagar un computador, es ahí la pregunta que todos nos hacemos.

¿Cómo vamos a combatir la pandemia de la Educación Virtual? ¿Qué vamos a hacer con esos estudiantes que no rindan virtualmente pero sabemos que su rendimiento académico dentro de un aula es excelente, que son estudiantes participativos, inquietos por aprender, pero ante un computador no rinden académicamente ? O ¿aquellos que presencialmente no entienden?

¿Qué va a pasar con estos estudiantes que por mucho que se esfuercen, sus padres no tienen un recurso económico para que todos los días su hijo se siente frente a una computadora que debe cancelar el servicio por horas de internet? ¿Qué pasará con los estudiantes Wayúu que desde sus rancherías no tienen el recurso, no tienen el servicio de internet, no hay cobertura suficiente? ¿Qué pasará con los estudiantes de las comunas más vulnerables de Riohacha?

Pero ¿Cómo puede un padre de familia de grados preescolar y/o básica primaria ayudar a su hijo a desarrollar los módulos académicos sino sabe leer y escribir?

¿Qué pasara con los estudiantes que viven en zonas sin cobertura de internet para que puedan desarrollar ejercicios virtuales?

Como decía mi abuela: “El niño que es llorón y la madre que lo pellizca” que suerte la de mi querida Guajira.

Estimados lectores seguimos en desarrollo con la Educación en Medio de la Pandemia…

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