El relevo Chevron – Hocol en La Guajira

Amylkar David Acosta Medina
Amylkar David Acosta Medina
Expresidente del Congreso de la República, exministro de Minas y Energía, miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas y miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de Historia. Docente e investigador de las universidades Externado de Colombia, Los Andes y Rosario. Autor de 44 obras publicadas.

El 3 de mayo de 1974 se firmó el contrato de Asociación, el primero en su género, entre Ecopetrol y Texas Petroleum Company, para la exploración y explotación del gas natural en La guajira. El interés en el gas natural se despierta a raíz de la crisis energética que causó el embargo petrolero por parte de la Opep a los países aliados de Israel, a raíz de la guerra del Yomkippur en octubre de 1973. Hasta entonces el gas había sido considerado en la industria petrolera un estorbo, un ‘encarte’; era menospreciado, se quemaba en las teas de los campos petroleros en explotación.

Alfonso López Michelsen (1974 – 1978), a raíz del hallazgo de las importantes reservas de gas natural que albergaban los campos de Ballena, Chuchupa y Riohacha afirmó emocionado, “yo creo que ha sido una bendición para Colombia haber encontrado estos pozos de gas”. Y así fue, porque este hallazgo se da en vísperas de que Colombia perdiera la autosuficiencia petrolera por espacio de una década (1975 – 1985).

En diciembre de 2004 vencía el contrato de Asociación Ecopetrol – Texas y en cumplimiento del mismo debía revertir a Ecopetrol dichos campos con todas sus instalaciones y facilidades para ser operados a partir del 1º de enero del 2005 por parte de la estatal petrolera. En diciembre de 2002, según las proyecciones de la Unidad de Planeación Minero – energética (Upme) se requería optimizar la producción de gas en Chuchupa para expandirla y así atender el mayor apetito del mercado doméstico y la demanda del Estado Zulia (Venezuela).

Ya para entonces se habían construido el gasoducto Ballena – Barrancabermeja y la segunda plataforma de Chuchupa, gracias al debate que adelantamos en el seno de la Comisión V del Senado para hacerlo posible. Por aquellas calendas las reservas remantes con las que se contaba se cifraban en 2.7 TPC. Para escalar la producción se debía adelantar un proyecto denominado de producción incremental, al cual se le dio el pomposo nombre de Catalina. Este consistía en perforar 4 pozos horizontales, los primeros con esta técnica en el país, y otras obras conexas, para lo cual había que invertir US $144.3 millones.

El margen de maniobra que tenía el Gobierno estaba limitado por el Acuerdo extendido que había firmado con el FMI en diciembre de 2002 y aduciéndose que, aunque Ecopetrol tenía caja para ejecutar directamente el proyecto Catalina, por ser en ese momento una empresa industrial y comercial del Estado y por lo tanto hacía parte de las cuentas nacionales, no contaba con el espacio fiscal para hacer dicha inversión. Se optó, entonces, por permitir que la hiciera el socio, Texas y por esta vía se extendió la vigencia del contrato de Asociación, impidiendo que se hiciera efectiva la reversión que ya era inminente. A ello conllevó la firma del contrato de “producción incremental” Catalina el 8 de febrero de 2003.

Ahora, gracias a una negociación de Ecopetrol con Chevron Texaco Petroleum Company, su razón social desde el 4 de junio de 2003, su filial Hocol adquirió la participación del 43% del socio, asumiendo la operación de los yacimientos. Como lo ha dicho el CEO de Hocol Rafael Guzmán “estamos comprometidos con seguir generando valor al país y a los entornos en donde operamos, así como contribuir al abastecimiento de gas”.

A las 0 horas del 1º de mayo de este año se hizo al control de las operaciones de los campos gasíferos en producción en La Guajira, con una capacidad de 175 MMpcd y de paso se posiciona para los futuros desarrollos de los nuevos prospectos offshore de cuyos hallazgos ha dado cuenta Ecopetrol en inmediaciones del campo de Chuchupa. Esta operación se le debe al Presidente de Ecopetrol Felipe Bayón, galardonado recientemente por el diario La República como el Empresario del año 2020. Con ella se fortalece y consolida aún más la joya de la Corona de todos los colombianos. Esta es una buena noticia para La guajira y para el país. Enhorabuena.

Últimas noticias

Artículos relacionados

Arrastre para mover

Ir al sitio