¡Punto y aparte o entre paréntesis!

Aldemiro Santo Choles Quintero
Aldemiro Santo Choles Quintero
Economista, Especialista en Finanzas, Experto en Economía Desarrollo local, Docente Universitario y Coaching Personal.

La realidad presente, marca dos tareas, una de punto y aparte, donde se espera ‘un nuevo comienzo’ o un paréntesis para continuar como estábamos.

Hablar de ‘un nuevo comienzo’ nos conduce por dos caminos en nuestras vidas, durante la etapa de cuarentena; uno en formación consiente de hábitos saludables y necesarios en lo personal, fortalecido en prácticas de autocuidado, pensado en conciencia como un compartir con el otro.

Trasladando de esta manera cambios de pensamientos en un nuevo estilo de vida. – o si, por el contrario, lo tomamos por la otra vía, donde se vive como una afectación de nuestra integridad y lo terminamos justificando en la autoprotección y obediencia social por miedo a la muerte.

Ante esta realidad podemos asumir un punto y aparte o un paréntesis. Valorar las enseñanzas en lo más elemental como es hacer un correcto lavado de manos, un uso correcto del tapaboca entre otros. –O experimentar prácticas de autocuidado, y de convivencia, basado en una conciencia del estado normativo social; como es el pico y cédula, los límites en movilidad etc., nos dan señales que sí podemos transformar la anterior realidad y lograr educarnos en comunidad.

Lo anterior evalúa el punto y aparte, como un nivel de formación más al interior de sí mismo. En el paréntesis, aceptamos que más allá de la conciencia ciudadana existencial, asumimos una fachada que expropia valores como: solidarios, cooperativos y de disciplina social, para después de la pandemia. Porque no existe conciencia sino una portada, para luchar en contra de un virus que amenazaba con destruir la humanidad acercándonos a la muerte repentina.

El sentimiento de miedo a la muerte nos condujo a la obediencia. los mandatarios sin ningún debate político orientado en democracia nos implantaron normas de convivencia para asegurar el derecho en salud, dejando en segundo plano los derechos económicos para la subsistencia.

Conocedores hoy del uso de las técnicas de autocuidado que, combinadas con disciplina social, se convierten en barrera de contención del contagio, se plantea un desescalonamiento de las medidas en cuarentena.

Para nuestra existencia el desescalonamiento nos da una apreciación consciente que estuvimos escalando una montaña y llegamos a la cima y que ahora nos toca descender. Haciendo honor a un refrán popular ‘todo lo que sube baja’.

Esto quiere decir que la humanidad tocó la cima y le tocó bajar de afán para reiniciar un nuevo camino. En este iniciar, se refuerzan valores espirituales, solidarios y cooperativos que sirven de brújula existencial para ese nuevo hombre en su ‘nuevo comienzo’.

Este nuevo comienzo, invita a las instancias gubernamentales a promover estrategias que sirvan de base para pensar en un nuevo estado, enfocado en la bioseguridad edificado en salud, convivencia y seguridad, generando una regulación social, donde se formalice un perfil comunitario ‘usuarios socioeconómicos’, para que todo el que realice actividades económicas de contacto local, cuente con una formación en técnicas de bioseguridad, fundamentada en una economía afirmativa, con un principio; ‘yo me cuido, tú te cuidas’.

Este nivel de gobernanza, establece unas tareas a todos los que utilizan el territorio para realizar una actividad económica, certificándose en capacidades de buenas prácticas en salud, convivencia y seguridad.

Para conseguir que esta apuesta sea efectiva, se recomienda realizar acciones coordinadas con las EPS y IPS, a donde estén afiliados los usuarios. De esta forma estamos defendiendo el territorio y orientando una economía de formalización, pensando más en el bienestar de la población y no en el valor del dinero.

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