De acuerdo a un análisis por la organización Human Rights Watch y el Centro de Salud Humanitaria de Johns Hopkins, la pandemia de covid-19 y las medidas de aislamiento dispuestas para contenerla, estarían provocando que les resulte aún más difícil sobrevivir a la población wayuu ubicada entre el departamento de La Guajira y Venezuela.
Lo anterior se debería a que en medio de la pandemia y el aislamiento los miembros de esta etnia les resulta difícil acceder a alimentos, agua y atención médica, en un momento en que estos servicios se hacen altamente necesarios.
“Las comunidades indígenas de La Guajira no tienen acceso a alimentos suficientes ni al agua necesaria para practicar una higiene básica, incluyendo para lavarse las manos, y la información y acceso a la atención en salud es sumamente deficiente”, señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.
Las dificultades que enfrentan estas familias, en una región marcada por la inseguridad alimentaria e hídrica y un acceso limitado a la atención en salud, quedaron en descubierto a través de la publicación ‘Un pueblo resiliente: El pueblo indígena wayuu de Colombia enfrenta una crisis de desnutrición en medio de la pandemia’, evidenciando la mala administración y la corrupción gubernamental generalizada, la crisis humanitaria en Venezuela y los efectos del cambio climático.
Por otro lado, si bien Colombia ha reducido la tasa nacional de mortalidad de menores de cinco años en los últimos cinco años, la tasa en La Guajira ha incrementado en ese periodo. En 2019 la tasa oficial de muertes por desnutrición en los menores fue casi seis veces la tasa nacional y se estima que la tasa real pueda ser aún más alta, según lo señalado por médicos, enfermeros, funcionarios gubernamentales y trabajadores de organizaciones humanitarias.
En los últimos años, las autoridades gubernamentales han implementado una amplia gama de programas y políticas para abordar la crisis de desnutrición, no obstante, estos estudios concluyeron que estos programas han presentado graves deficiencias y generado resultados limitados.
El covid-19 introduce un nuevo desafío para los wayuu, para estos programas y servicios públicos en el Departamento, teniendo en cuenta que hasta el 10 de agosto, las autoridades habían confirmado más de 2.700 casos de covid-19 en La Guajira, 65 de ellos entre indígenas wayuu, por lo que los efectos económicos y sanitarios de la pandemia podrían ser devastadores para esta población si el virus alcanza una mayor expansión en la región.
Cabe mencionar que de conformidad con las normas internacionales de Derechos Humanos, el Gobierno colombiano tiene la obligación de asegurar, sin discriminación alguna, que todas las personas en el país gocen de un estándar de vida adecuado. Esto incluye como mínimo un suministro suficiente —físicamente accesible y asequible— y seguro de agua, acceso a alimentos nutritivos y a otros bienes esenciales que permiten una vida digna.
En este sentido, Human Rights Watch y el Centro de Salud Humanitaria de Johns Hopkins instan al gobierno del presidente Iván Duque a adoptar medidas concretas para garantizar los derechos de los niños y niñas indígenas wayuu a tener acceso a alimentos, agua y atención de la salud.