

Encontrar una peluquería de barrio hoy en día es muy común. La proliferación de estas se debe quizás a la demanda de los jóvenes, que están más pendientes en verse bien.


«Desde muy niño a mí siempre me inspiró la barbería, siempre me inspiró ser un buen barbero y ha sido la fuente para sacar a mis hijos de banda, mi familia de banda. Mi papá es barbero, tengo un hijo que es barbero. Y ha sido así de generación en generación» dijo Edwin Echeverría.
Recuerda que, «cuando niño no lo tenía como negocio, sino como un hobby, pero sí estaba en Barranquilla, estuve por Cali. Tengo más de 17 años en esta labor, gracias a Dios, Riohacha me ha acogido como su hijo».
Jugadores de fútbol, artistas musicales y personajes de la vida pública han influenciado en los nuevos cortes de cabello, que cada vez son más particulares, incluso los jóvenes ya se tinturan y cepillan como comúnmente lo hacen las mujeres.
Hay muchos cortes novedosos en la actualidad, se van pidiendo. Cortes para adultos, cortes para niños, cortes para el que pida.
«Estamos capacitados para hacer todos los cortes que nos pidan acá en el negocio, en la barbería. Piden un degradado, un siete, la perra. Un señor un día me dijo que le degradará la barba, pero más no me dijo que le bajara el bigote.
Entonces me dijo rasúrame todo, yo lo que hice fue empezar por el bigote y el bigote era. Tenía un bigote como de 30 años que nunca se lo había quitado y yo le quité el bigote al señor, esa es una anécdota que nos marcó, una anécdota que bueno, hubo mucha risa, mucho chiste, pero ahí estamos, gracias a Dios, todavía el señor está con nosotros, es un cliente de nosotros», indicó Edwin Echeverría.
También existen las personas más conservadoras, que siguen asistiendo a donde sus peluqueros tradicionales para que les haga sus cortes con tijeras como anteriormente se hacían.


Por su parte, Manuel Jiménez López dice sentirse agradecido con Riohacha, nunca tiene día malo, su clientela es especial y muy buena paga. “Mi clientela es clásica, eso es durante todo el año. No hay día malo y bueno, todo es normal. Cuando vine a Riohacha, trabajé abajo del hotel Padilla, después fue en el teatro Aurora y después me independicé”.
Comenta que le han llegado muchachos para que le haga cortes locos y eso no los hace. “En Riohacha críe mis hijos, he hecho una vida feliz. Riohacha es un pueblo muy bueno, es una calidad y no tengo nada que buscar a otra parte. Mis hijos los hice profesionales, aquí”, manifestó Manuel Jiménez López.