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Este territorio se encuentra ubicado en el corregimiento de Conejo, municipio de Fonseca. Lugar donde viven hombres y mujeres que tomaron la decisión de retornar a la vida civil; decenas de exguerrilleros y exguerrilleras que fueron pertenecientes a los frentes 19, 35, 37, 41 y 59, que actualmente avanzan en su proceso de reincorporación.

El exguerrillero Benedicto de Jesús González Montenegro, quien hoy tiene la dignidad de Representante a la Cámara en reemplazo de Jesús Santrich, explicó cómo han sido esos cuatro años de reincorporación a la vida civil, después de dejar las armas por intermedio del acuerdo de Paz de la Habana, Cuba. 

González Montenegro indicó que, inicialmente, El 1 de febrero del 2017 llegaron 250 combatientes en armas, dicha comunidad fue en aumento con la llegada de exprisioneros y familiares de reincorporados. A su vez tiene más de 145 niños, niñas y adolescentes. Los cuales carecen de educación, salud y alimentación. Hoy en día sus habitantes reclaman que han sido cuatro años de promesas incumplidas por parte del Estado, en las que han tenido que vivir inseguridad física, jurídica y socioeconómica.

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Contrario a lo pactado en los acuerdos de paz, no se han evidenciado proyectos productivos sostenibles y sustentables. Los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial han sido reemplazados por pequeñas obras que no resuelven las necesidades existentes, una de ellas es la inseguridad física, que ha traído como consecuencia un fatídico saldo de 260 excombatientes asesinados.

Benedicto de Jesús González Montenegro

Pese a la falta de apoyo institucional, es una población que no pierde la esperanza de mejorar su calidad de vida, teniendo como proyecto principal la edificación de una vivienda digna, también le apuestan a una nueva ruta de reincorporación segura, inspirada en el modelo de Desarme, Desmovilización y Reinserción (DDR). 

El sueño de una sostenibilidad basada en la productividad se ha visto truncado, debido a un nuevo proyecto de explotación de carbón a cielo abierto, específicamente en la reserva natural localizada en el corregimiento de Cañaverales, jurisdicción del municipio de San Juan del Cesar, que impactaría en 60 mil hectáreas y la ambiciosa meta de extraer 35 millones de toneladas anuales que prometen acabar con las pocas reservas hídricas de la región.

Cabe destacar, que todo el trayecto recorrido por sus habitantes no ha sido nada fácil, han tenido que soportar muchas dificultades, entre ellas la estigmatización por parte de la sociedad, hecho que afecta el proceso de su efectiva reincorporación. Sin embargo, continúan luchando por el mejoramiento de su calidad de vida y no ser olvidados.

Recuerdan por aquellos días, cuando Pondores era un área de cuatro hectáreas desiertas, azotadas por un sol guajiro e intensas brisas que levantaban remolinos de arena de hasta 100 metros de altura. Ahora es una comunidad de paz, arborizada de frutales, moringas y papayos; adornada de rosas, girasoles y toda clase plantas medicinales y aromáticas, sembradas por manos de antiguos combatientes.