El hombre laboraba con una contratista de la multinacional Cerrejón
La tragedia que envolvió la vida de Jean Carlos Atencio Arteaga es un recordatorio de lo frágil y valioso que es la existencia humana. El pasado 1 de septiembre de 2024, en lo que parecía ser una celebración familiar, un destino trágico se presentó sin aviso. Jean Carlos, un hombre de 29 años, inexplicablemente fue asesinado. Ese día, se encontraba celebrando el cumpleaños de su esposa en su hogar, ubicado en el barrio Nazareth, cuando, tras salir a comprar una canasta de cerveza al estadero frente a su casa, su vida fue arrebatada de manera inhumana e injusta.
Jean Carlos era hijo de una familia humilde del corregimiento de Cerrillo, zona rural de Riohacha, en La Guajira. Nació en el hogar conformado por María Arteaga y Orangel Atencio, y hermano de Orlando, Onelys, Erick y Arlin, su vida fue siempre ejemplo de esfuerzo y dedicación. Era padre de dos pequeños, Loaidys y Yan, este último de tan solo tres meses. Su esposa, Leyla Rosa Benjumea, recuerda con dolor los sueños que Jean Carlos tenía para su familia, entre ellos, construir un hogar digno.
Trabajador incansable, Jean Carlos se desempeñaba como técnico en refrigeración y aires acondicionados para una contratista de Cerrejón, en Puerto Bolívar. Más allá de su dedicación laboral, era un joven apasionado por el fútbol y la música vallenata, fiel seguidor de Silvestre Dangond y Churo Díaz. Amado por su comunidad, era conocido por su carisma, generosidad y entrega, cualidades que le valieron el apodo de ‘El Loco’ entre sus amigos más allegados.
También le podría interesar: Asesinan joven a bala en Riohacha
El vacío que deja su partida ha sido profundo, no solo para su familia, sino para todos aquellos que lo conocieron. Las circunstancias de su muerte, es una situación que tiene inconforme e impotente a su familia, siendo un escenario que ha causado una consternación generalizada. En medio de la tristeza, su familia quiere que la sociedad de La Guajira conozca quien era este miembro de la familia que se ha forjado con esfuerzos.
Hoy, cuando la injusticia ha tocado sus puertas, la familia Atencio Arteaga clama por una respuesta de las autoridades. Piden que no se deje esta muerte en el olvido, que el responsable enfrente la justicia y que la memoria de Jean Carlos sea honrada. Este llamado es más que una petición de justicia, es un grito de dolor de quienes han perdido a un ser querido de la manera más inesperada.
Es imprescindible que las autoridades no permitan que esta tragedia sea solo una estadística más. Jean Carlos merece que su caso sea resuelto, y su familia, al menos, el consuelo de saber que la verdad ha salido a la luz.