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En medio de todos los inconvenientes que atraviesa el departamento, La Guajira sigue siendo un destino exótico para los viajeros nacionales y extranjeros.

Y en medio de esa necesidad por venir a nuestras tierras, el Cabo de la Vela se mantiene como un “must to visit” en La Guajira. Es decir, un destino imperdible.

No obstante, los turistas ven el territorio guajiro desde la visión occidental, lo que pudiese ser traducido para nuestros paisanos, como la visión alijuna. Con lo cual, se mira al territorio guajiro como una extensión homogénea del territorio nacional, desconociendo su multiculturalidad y, pluralidad de usos y costumbres.

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Tener esta vaga y plana visión del terreno wayuu, podría no tener mayores complejidades, a menos de que nos estemos refiriendo a la parte sensible de la cosmovisión wayuu, la cual está muy ligada a sus ancestros.

Hace poco se presentó otro altercado entre turistas y paisanos Wayuu. Como si tratase de un ‘deja vu’, un grupo de turistas irrumpió en terrenos sagrados de nuestros paisanos. Estos, como es costumbre, deben cobrar una ofensa por dicho irrumpimiento, lo cual recae (aunque no siempre) en una compensación de índole económica. Dicha compensación no fue aceptada por los turistas y los ánimos se exacerbaron y el paseo casi termina en tragedia.

Desde la perspectiva alijuna, este no es más que un caso de extorsión. Obviamente esta percepción dista del pensar de los wayuu. Ya que, para ellos la penetración indebida de sus territorios sagrados es ofensiva y un claro ejemplo de menosprecio por sus tradiciones.

Entonces, ¿qué hacer para que estos casos no se sigan presentando en aras de evitar una tragedia?

El Departamento de La Guajira y los municipios con sitios sagrados de alta presencia turística deben hacer toda una pedagogía para que los turistas sepan de cuáles son estos sitios. Con el apoyo del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, se pueden diseñas mapas pedagógicos y que estos puedan ser distribuidos a través de las agencias de turismo y los peajes del departamento.

Todo podría solucionarse con una reunión Gobernación-secretarías de asuntos indígenas e Igac.

Si las autoridades e instituciones no se unen alrededor de este tema, más temprano que tarde tendremos hechos que lamentar en nuestro bello territorio Wayuu.