Fonseca.
Fonseca.
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Ya son dos las alcaldías que tropiezan en La Guajira, toda vez que sus mandatarios son demandados y en consecuencia desvinculados de sus cargos.

El primer turno fue para Manaure. Su alcalde se defendió como gato patas arriba. Pero al final la justicia colombiana decide que este se debe separar del cargo.

El nuevo caso va por cuenta del alcalde de Fonseca. En única instancia, con lo cual no hay instancias superiores que puedan revisar lo ya sentenciado, el tribunal contencioso administrativo de La Guajira, anula su credencial, y con ello queda el municipio sin burgomaestre.

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No es un secreto que este tipo de actos, si bien están apegados a la ley, generan ingobernabilidad. La novela vivida en Manaure el año pasado y parte de este, ahonda una crisis muy conocida en el departamento y padecida hasta la saciedad en la última década.

No obstante, es muy bueno que se haga cumplir la ley. De hecho, es algo de lo que ha adolecido el departamento por muchos años.

En ambos casos, los actos de nulidad de elección se desprenden de la misma causa. Un candidato que tiene un familiar muy cercano que ejerce dominio sobre todo el territorio, incluido el área geográfica donde pretende ser elegido.

Y es que al final la culpa no es de la justicia, aún cuando muchos crean que esta no siempre actúa y mide con el mismo racero.

La culpa es de los candidatos en primer lugar, por no tener clara las inhabilidades y las causales de nulidad de la elección.  Lo cual se soluciona fácilmente si el candidato solicita un concepto al Consejo Nacional Electoral, para que este de luces en caso de dudas.

Por otro lado, los votantes también son culpables por no estar conscientes de la situación en la que están envueltos los candidatos de su preferencia. Aunque, es conveniente mencionar que normalmente el nivel educativo del grueso de los votantes está por debajo que el del candidato. Lo cual, le genera en el votante una confianza en su candidato, que lo lleva a elegirlo a pesar de los rumores de demanda.

Lo cierto es que el bello municipio de Fonseca entra en una etapa de ingobernabilidad, y con ello, se traba, por lo menos por un tiempo, todo tipo de dinámica en pro del desarrollo territorial del municipio.