Esta es la historia de la institución educativa que llegó al municipio de Maicao para cambiar la forma en que se educaba a los niños con necesidades especiales, implementando los requisitos que exige el ministerio de Educación en materia de inclusión en los colegios de Colombia.
Su rectora fundadora es Malelis Sotomayor Canchano, madre de tres hijos y esposa de Enrique Donado. Su historia inicia hace más de 15 años, cuando nació su primer hijo, al que llamarón Iván David, quien se convirtió en su motor de vida, al cual le dedicaba gran parte de su tiempo.
Si bien su hijo nació sin ninguna dificultad, a los pocos meses se complicaría producto de una reacción a una vacuna, la cual le provocó que perdiera capacidad de su desarrollo cognitivo, lo que encierra muchas dificultades, las cuales han superado poco a poco.
En cada institución al que entraba a estudiar era notorio que no estaban preparados para atender a esta población. Tanto así que en un colegio en donde estuvo mucho tiempo estudiando desde muy pequeño, de repente le dicen que “ya no sabemos guiarnos, no podemos hacer más nada”, a pesar que la directora de ese colegio es profesional en educación especial.
Esto le cayó como un baldado de agua fría, comenta que le dolió muchísimo, como a toda madre cuando a su hijo le pasa algo y aún más cuando se tiene un hijo en dicha condición. Todo el tiempo le pedía a Dios para que la ayudara.
En su afán de que su menor tuviera una educación y una integración social íntegra, empezó a trabajar en el proceso de creación de un colegio con su esposo, a capacitarse mucho y para finales del año 2015 metieron su proyecto educativo y obtuvieron la resolución para el año 2017, en el que abrieron las puertas a la comunidad.
Iniciaron con una población pequeña, pero gracias a su trabajo de calidad para el siguiente año se duplicó y casi que triplicó la cantidad de estudiantes. Atiende a niños con diferentes tipos de dificultades, como lo es el síndrome de Down, autismo, sordomudos, entre otros.
Si bien tienen niños con condiciones especiales, también atienden a toda la población, cumpliendo con la educación inclusiva que exigen en Colombia, haciendo una integración entre todos, enseñando que no todos somos iguales y que todos tienen capacidades grandiosas.
A la fecha han conseguido cambiar muchas vidas, de la mano de los padres de familia y de toda la comunidad educativa, tanto así que han tenido que limitar cupos para ofrecer una mayor calidad en las aulas de clases, exigiendo para ser los mejores.