Así se vive por estos días, el puerto seco de Paraguachón, con afluencia de tanto migrantes de Venezuela.
Así se vive por estos días, el puerto seco de Paraguachón, con afluencia de tanto migrantes de Venezuela.
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Una desafiante situación en materia de movilidad se está viviendo desde hace varios días cuando comenzaron las fiestas de cambio de año en el corregimiento fronterizo Paraguachón, el primer pueblo que los extranjeros encuentran cuando llegan a Colombia.

Allí la situación se vive concretamente, en el puente que comunica la zona denominada  raya con el pueblo donde se ejerce un control por parte de las autoridades de policía y la corregiduría, lo que se ha vuelto insostenible, debido a la gran cantidad de ciudadanos migrantes que están retornando a su país con grandes cantidades de alimentos y ropas.

Para los habitantes de Paraguachón la situación se tornado difícil debido a que la movilidad no fluye y hay que esperar hasta una hora para poder cruzar el puente tanto desde la raya como desde el pueblo hacia la frontera sector donde se carece de reguladores de tráfico.

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“Es mucha la gente que está entrando para Venezuela y esto nos ha complicado la vida porque los controles se están haciendo desde el puente y la frontera está cerrada pero hay circulación peatonal lo que dificulta más las cosas” dijo una habitante del poblado fronterizo.

Otro morador alcanzo a decir que en tantos años que lleva viviendo en Paraguachón, jamás había visto entrar tanto venezolano con tantos chécheres, maletas, cajas y bultos.