La virgen de Chiquinquirá, la matrona de los zulianos, quienes conmemoraron 310 años del milagro en el Lago de Maracaibo, realizando una solemne misa en la capilla de la Divina Pastora.
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En la conmemoración de los 310 años del milagro ocurrido a orillas del Lago de Maracaibo, que ha generado la devoción por la Virgen de Chiquinquirá, patrona de los zulianos, este lunes la iglesia Divina Pastora de Riohacha, se convirtió en el punto de encuentro entre riohacheros y migrantes que llegaron a rendir homenaje a su amada ‘Chinita’.

Como cada 18 de noviembre residentes venezolanos se fueron acercando a la eucaristía con la fe intacta y un corazón agradecido por los favores recibidos de su patrona.

Así lo dio a conocer Magalis del Carmen Parra, una fiel devota de 70 años de edad, quien hace varios meses llegó desde Maracaibo en busca de un mejor futuro al lado de su hijo. “La virgen de Chiquinquirá es muy representativa para el pueblo zuliano que sin importar donde se encuentre, no deja de rendirle homenaje”.

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Magalis del Carmen Parra

Conmovida por estar lejos de su tierra y de los suyos, contó que su devoción por la Virgen ha surgido desde varias generaciones, por lo que a sus hijos también les inculcó la fe y la veneración por la ‘Chinita’.

“Hoy vine a agradecer por mi familia, pero en especial pido por el bienestar de Venezuela, que así como un día la Virgen llegó para protegernos desde aguas colombianas, hoy nos haga el milagro de librarlos de la crisis que afronta nuestro país”, señaló Magalis.

Maybelys Ávila, una de las organizadoras de la eucaristía que se realizó en Riohacha.
Maybelys Ávila, una de las organizadoras de la eucaristía que se realizó en Riohacha.

“Al ser ese pedacito de Venezuela en Riohacha quisimos conmemorar este día, cuyo propósito fue unir a la comunidad venezolana con los colombianos, demostrando que no solo los une un mismo libertador, sino que también, la fe por la Virgen de Chiquinquirá”, expresó Maybelys Ávila.

Finalmente, en nombre de los migrantes que residen en el Distrito, agradeció a los riohacheros por abrirles las puertas su ciudad. “Gracias por recibirnos y ser nuestros hermanos en los momentos de crisis”, anotó Ávila.