Por Juan José Parra Ríos.
En días pasados, como todos los años, Blas Alfonso Quintero Epieyú celebró sus cumpleaños a lo grande, además de hacerlo siempre en el día exacto que nació, esta vez, sopló la vela número 50 rodeado de sus familiares y sus amigos.
Pese a que la lluvia se asomó en la noche del ‘rumbón’, no fue impedimento para que el cumplementado y sus invitados asistieran a la noche de celebración en una casa-finca reconocida de Riohacha.
«Siempre he celebrado mis cumpleaños en su día porque me permite que todos mis planes se cumplan en su momento perfecto, no es antes, ni después, es el momento indicado», expresó.
Quintero Epieyú es oriundo del corregimiento de Aremasain, un territorio que pernocta trascendencia cultural, donde sus padres se unieron a través del cumplimiento de sus usos y costumbres con el matrimonio Wayúu.