Cuando una persona conocedora de la vía decide viajar desde Maicao a Carraipía, le vienen tantas cosas a la cabeza, en esas, cancelar viaje por la multiplicidad de atracos que se presentan en dicha arteria, pero en su mayoría los afectados no denuncian por lo que no están en las estadísticas de las autoridades.
Son 12 kilómetros que lo separan de dicho destino pero la angustia es indeseable. En esos 15 minutos de viaje a duras penas los pasajeros cruzan alguna palabra. Más de uno ora el padre nuestro, mientras que otros rezan el rosario.
«Es una situación muy difícil, pero la necesidad que tengo de llevar el sustento diario de mi familia me obliga a realizar esta travesía a cada rato», indicó Alfredo Márquez, conductor que en mas de una vez ha sido atracado.
Así se viaja diariamente por los constantes atracos que se presentes en la vía. Los piratas terrestres siempre hacen de las suyas. Son indígenas y todo el mundo lo sabe porque tienen apellido o alias.
Atraviesan obstáculos en la vía o salen armados obligando a los conductores a detenerse. Mientras unos salen al asalto, otros quedan en la retaguardia dentro del monte para repeler cualquier reacción.
También fingen de pasajeros como sucedió recientemente cuando dos hombres se subieron en Carraipía rumbo a Maicao. Como el chófer tenía sospechas pidió en el retén que los requisaran, pero los soldados no les encontraron nada.
A pocos kilómetros lo hicieron detener lo golpearon, le quitaron el dinero y amenazaron con matarlo y llevarse el carro por haberles echado la ley. Al parecer la única arma era la superioridad en comparación al solitario conductor y no pasó nada, así lo narró Sebastián Rodríguez Pinto, conductor asiduo de la vía.
