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Por Astrid Castillo López.

Riohacha, capital de La Guajira, también conocida como Süchiimma que en Wayuunaiki quiere decir tierra del río, considerada la ciudad turística del departamento, hoy arriba a sus 473 años desde su fundación en 1545.

Para muchos cumplir años es reconocer quiénes somos, descubrir la realidad que atravesamos, buscar la verdad por dura que esta pueda ser, en este sentido desde este medio de comunicación realizamos una mirada a la situación en la cual está inmersa esta ciudad, que en vez de avanzar ha quedado estancada por diversas situaciones políticas, sociales y económicas.

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Cesar Arismendi Morales.

Para Cesar Arismendi Morales, director del centro de pensamiento Guajira 360°, el problema más relevante que se observa en Riohacha está relacionada a la ingobernabilidad y en ese sentido señala “la institucionalidad ha venido fallando, la Institución adolece de calidad y por ello se falla en eficiencia y eficacia”.

Es importante señalar que esta falta de institucionalidad posiblemente se esté dando por la ausencia de un líder local puesto que en este periodo constitucional 2016-2019 varios alcaldes han pasado por esta ciudad en primer lugar, Fabio Velásquez Rivadeneira elegido por voto popular, capturado, suspendido e inhabilitado por presuntas irregularidades con el PAE.

Luego de esta situación varios personajes fueron los encargaron de dirigir el Distrito entre ellos: Miguel Pitre Ruiz, Jairo Aguilar Deluque, Isseth Tatiana Barros Brito, Miguel Pugliese Chassaigne, Fabio Velásquez Rivadeneira, Miguel Panciera Dizopolla, actualmente esta responsabilidad recae en manos de Yondilver Maestre, mientras el partido Cambio Radical espera respuesta a la terna presentada al presidente Iván Duque para designar un nuevo Alcalde.

473 años después y es poco lo que la Ciudad ha avanzado.

Según Arismendi Morales “está totalmente comprobado que el progreso y el desarrollo regional y local, depende más de factores institucionales que de los recursos económicos, los cuales se pueden dilapidar si no existen organizaciones para garantizar la calidad del gasto y la sostenibilidad de las inversiones que se realizan”.

Por otra parte, el aumento de migrantes venezolanos se ha sumado a la crisis económica y social del Distrito, para los riohacheros ya es costumbre encontrarse en cada esquina personal de Venezuela vendiendo los diferentes productos que traen desde su país o en su mayoría, pidiendo limosnas y limpiando vidrios en los semáforos, lo cual, perjudica altamente la economía de la capital.

La ciudad pareciera retroceder, el desorden pulula en casi todos sectores. Esta imagen es del Mercado Nuevo.

Según Arismendi Morales en la capital de La Guajira para el cierre del año 2017 el ejercicio de la economía informal se encontraba en un 63, 5 por ciento, esto ejercido también por algunos inmigrantes venezolanos.

Estas son algunas de las problemáticas que se presentan en esta ciudad que a falta de una institución que se ocupe y represente a la ciudadanía ha estancado considerablemente el desarrollo y progreso de la capital guajira, recordemos que también existen las quejas por la mala calidad en la prestación de servicios como el agua, electricidad y salud que han ido desmejorando.