La vieja ceiba o bonga que se hallaba plantada frente al cementerio municipal, ayer fue talada por solicitud de la misma comunidad, tras advertir el peligro inminente que, para transeúntes, vecinos y conductores de vehículos, representaba al venirse tronchando sus gruesas ramas en los últimos días.
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En el corte del legendario vegetal, intervinieron funcionarios de la unidad municipal de Gestión de Riesgos de Desastres, el cuerpo de Bomberos, entre otras entidades.
“Al lado de donde se encontraba este centenario, árbol, ya están sembradas otras especies similares que, en un futuro brindarán con sus follajes, las sombras que dejó de proporcionarle la ceiba que se exterminó” porque ya cumplió su período de vida, dijeron, quienes conviven en ese sector del populoso barrio de las Flores.