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Últimamente los miembros de la fuerza pública están metidos en hechos que contravienen el código de procedimiento penal, teniendo en cuenta que como funcionarios públicos, ellos están obligados a prestar sus servicios a la sociedad y ser ejemplo. En esta oportunidad, dos policías oriundos de esta tierra han traspasado la confianza del Estado.

El pasado lunes 7 de marzo del 2022, fue capturado en Riohacha, cuando portaba un arma sin salvoconducto un uniformado de origen guajiro pero que le presta el servicio al Estado en el departamento de Córdoba, se trata de Samir Bermúdez Redondo integrante del escuadrón móvil de Carabineros del departamento de Policía.

Este trató de arrebatarle el arma decomisada al Policía que le estaba leyendo sus derechos. Fueron segundos en el que debió intervenir otro uniformado para evitar que la situación se complicara.

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Dos días después, fue capturado otro uniformado cuando transportaba 144 kilos de cocaína en un vehículo de la Institución Armada en donde trabajaba y quien tenía reconocimiento como buen funcionario, pero al parecer se dejó tentar por el dinero fácil.

Se trata de Kevin Rafael Valdeblánquez Otero, patrullero de origen guajiro, asignado al Grupo de Movilidad del Degua, quien fue capturado por una comisión de la Sijin de la misma Institución que lo venía siguiendo desde hacía días.

Valdeblánquez Otero fue apresado en la vía nacional, específicamente en el corregimiento de Papayal municipio de Barrancas cuando traía en el automotor de la Policía varias tulas del alcaloide.

En ambos casos, jueces de la república en Riohacha ordenaron que se recluyeran en establecimientos carcelarios que tengan las condiciones para albergar a funcionarios públicos. El primero por el delito de porte ilegal de armas y el segundo, por tráfico, fabricación y porte de estupefacientes. A los dos la Institución los separó del cargo y paralelamente les abrieron procesos disciplinarios.