Rafael Valdeblánquez un hombre de la etnia wayuu de gran reconocimiento y estima entre sus paisanos.
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Un trabajo investigativo se estaba desarrollando contra Rafael Valdeblánquez Jusayu, desde hacía varios años cuando este vivía en la calle 14 con carrera 14 del barrio Libertador de Riohacha, pero después el hombre se traslada a Maicao y allá se ensancha más en el negocio de tráfico de estupefaciente.  

Desde ese momento comenzó la investigación contra este indígena de la etnia wayuu, a quien se le conoce cariñosamente como ‘Don Rafa’, que para la inteligencia de la Policía es señalado como máximo cabecilla de una estructura dedicada al envío de toneladas de cocaína por las costas de la Alta Guajira.

Valdeblánquez Jusayu está pedido en extradición por una corte de los Estados Unidos, del distrito sur de La Florida, así lo indicó la Fiscalía General de la Nación, la Dirección Especializada contra el Narcotráfico, en un trabajo articulado con la Policía Nacional y las agencias estadounidenses.

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“Una Corte Distrital de Estados Unidos para el distrito sur de La Florida requiere a ‘Don Rafa’ para que responda en juicio por cuatro cargos distintos relacionados con tráfico de estupefacientes”, asegura la Fiscalía General de la Nación.

Según se pudo conocer, el requerimiento internacional porque sería el responsable de sacar la mayor cantidad de estupefacientes por las costas del extremo norte de Colombia y uno de los principales aliados narcotraficantes del Ejército de Liberación Nacional.

Las investigaciones se logra demostrar que Rafa, adquiría el clorhidrato de cocaína en el Catatumbo (Norte de Santander), a través de las distintas estructuras del ELN. Seguidamente, trasladaba los cargamentos a la Alta Guajira y allí los almacenaba durante algunos días para después embarcado en el momento que hubiesen las condiciones de seguridad para evitar ser pillado por las autoridades.

Para el embarque, contaba con el apoyo la red de lancheros, desde embarcaderos clandestinos ubicados en el sector de Parajimaruhu y Puerto Inglés, en la Alta Guajira, luego enviaban el alcaloide hacia Aruba, Honduras, República Dominicana, Puerto Rico y otros países del Caribe y Centroamérica.