La noche de este miércoles se encendieron las alarmas en la cárcel ‘La Tramacúa’ de Valledupar, por el posible envenenamiento de un interno quien fue trasladado de emergencia a una clínica de la capital del Cesar, donde falleció.
Se trata de Germán Segundo Iguarán Ramírez, conocido con el sobrenombre de ‘Chacho’. Luego se produjo su deceso, su cuerpo fue trasladado a Medicina Legal para que le realizaran la necropsia y entregaran el dictamen sobre la muerte intempestiva de este guajiro, descendiente de la etnia Wayuu.
Iguarán Ramírez tenía abierto tres procesos judiciales, todos por el presumible delito de narcotráfico. Su último proceso fue el que le abrieron cuando lo capturaron a finales del mes de mayo en el municipio de Maicao, señalado de introducir alucinógenos a Venezuela, para luego ser enviada a Europa y Centroamérica.
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En las afuera de Medicina Legal se encontraba un pariente quien se mostró sorprendido de lo que estaba viviendo “lo envenenaron en la cárcel de máxima seguridad, pero qué seguridad si me entregaron a mi hijo sin vida y me duele bastante eso, que muriera envenenado”.
Precisó el familiar que le avisaron tarde, “porque de lo contrario hubiese reclamado el cuerpo sin que le realizaran la necropsia, porque en nuestra cultura, las personas que mueren violentas nos las llevábamos enseguida a sepultarlas y esa tarea la realizan las mujeres”, puntualizó.
Los familiares de ‘Chacho’ esperan recibir el cadáver para llevarlo a su ranchería y en el cementerio materno darle cristiana sepultura.
