Hierros y latas retorcidas, lo que quedó del kiosco de venta de comida en la Villa de San Agustín.
Hierros y latas retorcidas, lo que quedó del kiosco de venta de comida en la Villa de San Agustín.
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Un kiosco ubicado en la carrera 14 muy cerca del Centro de Atención Infantil ‘Amistad’, en la salida hacia el corregimiento de Conejo, quedó reducido a cenizas y escombros por culpa de un incendio.

Aunque los hechos por los cuales se originó el fuego son investigados, hasta el momento por las autoridades judiciales, vecinos al sector donde se presentó la emergencia y quienes pidieron reserva de sus nombres, aseguran que detrás de la quema hay manos criminales, tras afirmar que al puesto donde Betty María Meza Matos, se ganaba la vida vendiendo comidas, le esparcieron gasolina y luego le metieron candela.

Pese a que el cuerpo de bomberos acudió al sitio para tratar de controlar la conflagración, nada pudo hacer porque las llamas consumieron ollas, cubiertos, platos, una estufa y el establecimiento en su totalidad.

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