Muerte de un niño en una comunidad Wayuu del municipio de Manaure.
Muerte de un niño en una comunidad Wayuu del municipio de Manaure.
-Publicidad-
-Publicidad-

Pidieron una vez más la intervención del presidente Petro y la Comisión Interamericana indicando que van ocho años de las Medidas Cautelares y no pasa nada

No para la crisis humanitaria en la Alta Guajira donde la muerte de niños por desnutrición es el pan de cada día y las acciones preventivas implementadas han sido importantes, pero no lo suficiente como para detener esta grave crisis que nadie sabe a ciencia cierta cuando empezó y cuántos menores han sido los fallecidos como consecuencia de la desnutrición.

En la semana que acaba de concluir los líderes de Derechos Humanos, Javier Rojas Uriana, de la organización Shipia Wayuu y José Silva Duarte de Nación Wayuu, entregaron información sobre el deceso de cinco niños en áreas bastante distantes de los centros urbanos.

El día jueves José Silva presentó imágenes en las que entrega un pequeño ataúd a una familia wayuu y dijo que era una niña de tres años a la que le hubiera gustado encontrar con vida para llevarla a un centro asistencial, pero el aviso fue tardío y le notificaron cuando ella había muerto.

-Publicidad-
-Publicidad-

Javier Rojas confirmó la muerte de cinco niños en la semana que acaba de terminar e indica que fueron dos menores en el municipio de Manaure y tres en Uribia.

Este mismo líder wayuu recordó que en el presente mes se han cumplido ocho años de la expedición de las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismo que quiso con esas decisiones disminuir al máximo la muerte de los menores que se estaba denunciando por los líderes naturales.

Rojas Uriana dijo que “los derechos que se siguen vulnerando de manera sistemática a los niños, Niñas y adolescentes wayuu, ampliadas a las madres gestantes y lactantes e Integrantes de la tercera edad. Los niños siguen muriendo de hambre, sed y sin ninguna atención integral en salud”, se le en un comunicado que Javier Rojas envía al presidente Petro y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

El líder de la Alta Guajira remata su comunicación indicando que “las madres gestantes y lactantes mueren en silencio a diferencia de los niños, de quienes siempre se ha indicado el sitio del deceso y los datos de los familiares, los integrantes de la tercera edad no han recibido ninguna clase de atención, nos han condenado a un exterminio físico y cultural silencioso”. Rojas manifestó que el ultimo de los cinco niños fallecidos la semana que terminó, fue ubicado en una comunidad aledaña al Cerro de la Teta, un sector cercano a la frontera con Venezuela.