En el desarrollo de infraestructuras eléctricas en La Guajira, el cuidado del medio ambiente se ha convertido en una prioridad fundamental. Enlaza, una filial del Grupo Energía Bogotá, que ha llevado a cabo un estudio pionero en el país sobre la efectividad de los desviadores de vuelo, instalados a lo largo de la línea de transmisión arrojando resultados sorprendentes, evidenciando cómo estos dispositivos pueden contribuir significativamente a la protección de la avifauna local.
En estos momentos en la Península de La Guajira, Enlaza ha puesto en marcha un proyecto piloto en la línea Riohacha-Cuestecitas (RICU). En este proyecto, se han instalado 300 desviadores de vuelo tipo Hawk Eye. Estos dispositivos están diseñados con materiales reflectantes de alta visibilidad, lo que aumenta la detección de las líneas eléctricas, incluso en condiciones de poca luz. Esto resulta vital para evitar colisiones y proteger especies emblemáticas.
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El diseño de los desviadores permite que las aves perciban mejor la presencia de los cables de alta tensión. Muchos de los accidentes ocurren cuando las aves, en grupos, sobrevuelan áreas donde las redes eléctricas están presentes. Por ello, estos dispositivos están destinados a aumentar la visibilidad de los cables conductores.
Además de los desviadores tipo Hawk Eye, Enlaza ha fortalecido el proyecto con la instalación de otros dispositivos avanzados, como Firefly y el Collision Prevention System (ACAS). Todos estos sistemas están orientados a mitigar colisiones y proteger las aves, especialmente los flamencos rosados, que son una especie emblemática de La Guajira. Esta combinación de tecnologías es un esfuerzo integral para asegurar la seguridad.
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Es importante destacar que estas iniciativas son inéditas en La Guajira y representan el compromiso de Enlaza con el desarrollo sostenible. A través de proyectos como este, se busca mantener un equilibrio entre la conservación de la biodiversidad y el desarrollo humano. La protección de las aves migratorias es importante, ya que muchas de ellas recorren largas distancias y, en el pasado, han sufrido accidentes trágicos.
El impacto positivo de estas medidas va más allá de la conservación de las aves. Fomenta un modelo de desarrollo que respeta y cuida el entorno natural, generando conciencia sobre la importancia de proteger la biodiversidad en las áreas donde se desarrollan proyectos de infraestructura. Al proteger a las aves, también se protege a los ecosistemas.
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En conclusión, la instalación de desviadores de vuelo en La Guajira es un ejemplo sobresaliente de cómo se pueden implementar soluciones innovadoras para mitigar el impacto ambiental de proyectos eléctricos. La iniciativa no solo protege a las aves, sino que también contribuye al desarrollo de un modelo de infraestructura que considera la biodiversidad como un elemento esencial. Con el compromiso continuo de empresas como Enlaza, es posible avanzar hacia un futuro donde el desarrollo humano y la conservación del medio ambiente vayan de la mano.