La funeraria entregó bóveda y el ataúd no cabía.
Familiares de una mujer que murió por consecuencia de la covid-19, elevaron su voz de protesta contra la funeraria que tenía a su cargo la labor de sepultarla, con el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad que exige el ministerio de la Salud.
De acuerdo a las denuncias que hizo pública a través de un video, Joyner de Jesús Cujia Sánchez, la empresa Nesagaviria, al momento de darle entierro a su tía Rosa María Sánchez Rodríguez, la trajo hasta el cementerio de Fonseca, desde San Juan del Cesar, donde falleció.
El hecho fue calificado por los dolientes, de la extinta, como inhumano, por lo que entraron en un litigio, con la firma que tenía la obligación de cumplir a cabalidad con las honras fúnebres de la difunta.
Momentos después, luego de la controvertida situación, los parientes al dar parte de lo que estaba sucediendo a los secretarios de Gobierno y Desarrollo Social, Nilson Solano y Nathaly Mendoza, directivos de la mortuoria Nesagaviria, consiguieron con su similar San Agustín otra cripta, en calidad de préstamo, donde si cupo el sarcófago y así se pudo por fin enterrar a Rosa María.
Asimismo, se conoció que la misma funeraria encargada de las exequias quiere evadir su responsabilidad, de pagar el valor que le corresponde por el alquiler de la bóveda, aduciendo que eso le corresponde a los descendientes de la interfecta.