La frontera en Paraguachón hoy es desolada y sus actividades de intercambio comercial son nulas.
La frontera en Paraguachón hoy es desolada y sus actividades de intercambio comercial son nulas.
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Los que acaban de pasar han sido los peores cinco años para la frontera terrestre que comunica a Colombia con el vecino país Venezuela por el lado del corregimiento de Paraguachón.

Desde que el conductor del régimen socialista Nicolás Maduro ordenara el cierre de las áreas de confín de estado con Colombia; la vida económica, el panorama social y en general todas las actividades cambiaron para los habitantes de esta población.

Y no es para menos, acostumbrados a como estaban a un constante intercambio comercial y de pasajeros, los paraguachoneros y quienes acudían a la frontera en busca de ejercer alguna actividad comercial que les dejara unos cuantos pesos, aseguran que vivían en otras condiciones.

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El cierre de la frontera por el régimen Maduro diezmó la economía y el movimiento comercial en Paraguachón.
El cierre de la frontera por el régimen Maduro diezmó la economía y el movimiento comercial en Paraguachón.

Según la señora Yudis Peralta, quien era la presidenta de la Junta de Acción Comunal de dicho corregimiento cuando se dio el cierre, en ese tiempo todo era muy próspero porque la economía se movía.

“Íbamos a Venezuela, comprábamos y muchos vivíamos del intercambio comercial porque llevábamos cosas y las vendíamos y así mismo traíamos de allá muchos artículos que por sus precios eran atractivos para los colombianos”, asegura.

Ahora, cinco años después todo es desolación, hay muchos migrantes del vecino país en el poblado lo que ha incrementado la miseria, a lo que se le agrega que muchos colombianos que habitaban allá, por la depresión económica de esa nación también decidieron venirse nuevamente.

A esta angustiosa situación se suma la pobreza en la que viven las comunidades indígenas residentes en cercanías a la frontera afectada también por la sobrepoblación de migrantes y los pocos ingresos que ahora obtienen debido a las precarias circunstancias del corregimiento.

Elvis Gómez
Elvis Gómez.

Para Elvis Gómez conductor de un vehículo que transporta pasajeros entre Maicao y Paraguachón, desde ese fatídico 19 de Agosto de 2015, la situación es gravísima y hoy el movimiento más o menos en el transporte lo tienen solo los gandoleros y muleros que se mueven entre los dos países.

La expresidenta de la junta asegura que ahora anhelan aquella época próspera donde no solo la economía le sonreía a los paraguachoneros sino que la seguridad era mejor respecto a hoy donde la intranquilidad es el pan de cada día debido a la presencia de diversas fuerzas oscuras armadas que mantienen a la población en ascuas con los constantes atracos y enfrentamientos en el cordón fronterizo cerca al poblado.

Amílcar Gómez.
Amílcar Gómez.

Para Amílcar Gomez, directivo de la empresa transportadora El Sol, la situación es dura y aún están pasando las verdes y las maduras.

Asegura que antes venia mucha gente a comprar y el movimiento de pasajeros era constante y eso mantenía la flota transportadora muy activa generando importantes ingresos para la cooperativa, sus miembros y demás socios.

Yudis Peralta recuerda con nostalgia que en esa época visitó el corregimiento el presidente Juan Manuel Santos y varios de sus ministros, se hicieron varios compromisos de los cuales solo se cumplieron algunos y que otros quedaron pendientes y bajo el soporte de los gobernadores y alcaldes que han pasado desde esa época, pero que todo quedó ahí en “sólo promesas”, lo que mantiene el corregimiento estancado en su desarrollo.