En pleno centro de la ciudad, muchos locales que antes eran prósperos negocios ahora tienen estos avisos.
En pleno centro de la ciudad, muchos locales que antes eran prósperos negocios ahora tienen estos avisos.
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El incontable número de locales cerrados desde que comenzó la cuarentena decretada por el gobierno para frenar la descontrolada carrera del coronavirus en la ciudad, ha dejado a muchos comerciantes sin opción.

Y es que para pagar el costo de un local comercial e inclusive residencial se necesita de un comercio activo, vigente y movido lo que ha sido imposible con esta delicada situación que ya tiene a la mayoría de los comerciantes quebrados.

Si bien muchos han decidido colocar su residencia como sucursal del negocio principal, este último no está dando las bases económicas para sostenerse, pagar los servicios y los empleados, razón por la que la mayoría optaron por cerrar y entregar las llaves a sus propietarios, bien sea mientras pasa el tsunami de la covid-19 o hasta siempre si el ensayo comercial resulta en casa.

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La indiferencia de las personas que se rehúsan a protegerse, en nada beneficia al posible regreso de la normalidad comercial.
La indiferencia de las personas que se rehúsan a protegerse, en nada beneficia al posible regreso de la normalidad comercial.

Algunos comerciantes, casi que por sentimentalismo no han cerrado porque no se acostumbran a dejar en la calle a sus trabajadores de toda la vida y prefieren intentar sobrevivir con lo poco que se venda así sea para pagar los gastos y que los colaboradores puedan llevar algo para sus casas.

Jaime, el propietario de un negocio de artículos varios relató que ya no pudo más con las pocas ventas que generan los cuatro días que se está trabajando y decidió llevarse sus productos para la casa, desde donde despacha a domicilio a sus clientes.

“Con el dolor de mi alma me tocó despedir a Javier mi empleado de toda la vida pero no había de otra, no estábamos vendiendo ni para él ni para mí y por el contrario estábamos era acumulando deudas. El servicio de energía cada vez más caro y la dueña del local acosando con el arriendo” expresó.

Otros comerciantes de distintas áreas, decidieron rebajar los sueldos de sus colaboradores, lógicamente con el consentimiento de ellos, algunos de los cuales aceptaron mientras que otros no y así han podido sortear estos últimos meses.

Este medio también supo que varias empresas han recibido de sus mismos empleados, propuestas de modificar el sueldo en aras de colaborar con sus socios o propietarios y evitar un despido masivo que pueda empeorar las cosas o sacrificar definitivamente sus puestos.