Vendedoras venezolanas estan al acecho para caerles a los que llegan a los cajeros.
-Publicidad-
-Publicidad-

En una verdadera tortura se ha convertido para los usuarios de los bancos en Maicao la presencia de los ciudadanos venezolanos quienes se apuestan en las entradas de los cajeros para pedir dinero u ofrecer algún dulce a cambio de dinero.

Aducen los cuentahabientes y demás usuarios de las sucursales bancarias en la ciudad, que en varias oportunidades han manifestado su inquietud a la policía para que retire a estas personas de esos lugares, pero no han encontrado eco en las autoridades.

«Es muy incómodo para uno llegar al cajero, muchas veces de afán y tener que soportar el acoso de estas personas que no respetan que no ha entrado uno muy bien a hacer su transacción cuando ya le están pidiendo plata u ofreciendo cosas que uno no necesita. A mí me molesta de sobre manera» dice Dioselina Iguarán.

-Publicidad-
-Publicidad-

Otros usuarios aseguran que estas personas se tornan muchas veces agresivas si no les compran o les dan dinero recordándoles que arriba esta Dios y que alguna vez ellos también van a tener que pedir, lo que les pone de mal genio y los obliga en algunas ocasiones a intercambiar fuertes palabras.

Desde algún tiempo, se viene comentando que muchas de estas personas que se dedican a pedir en Maicao, provenientes de Venezuela, alquilan menores de edad para conseguir que se conduelan de ellos a lo que le agregan historias como que los atracaron en las trochas y les quitaron todo.

La mayoría de los habitantes de Maicao conceptúan que las autoridades han sido muy blandas con los migrantes venezolanos, lo que les ha permitido adquirir ciertas posiciones al punto que no solo reciben demasiadas prebendas, dinero, alimentos, hoteles, residencias patrocinadas por las entidades internacionales, sino que no obedecen las normas de aislamiento, montan sus negocios en los espacios públicos prohibidos, no usan tapabocas y se burlan públicamente de las normas de convivencia saliendo a las calles en días restringidos sin que haya ley alguna para ellos.

En este momento, se estima que al menos 80 mil venezolanos migrantes están residenciados en Maicao, de lo que se quejan muchos colombianos en condición vulnerable ya que las ayudas para estos últimos han sido negadas mientras que a los extranjeros les han dado toda la prioridad.

La ciudadanía espera un trabajo mejor articulado de Migración Colombia con la policía de Infancia y adolescencia lo mismo que con el resto de las autoridades, para que se puedan evitar tantos abusos por parte de los ciudadanos venezolanos.

Otros van más allá y sugieren evitar comprarles sus artículos y no alquilarles las viviendas para desestimular la presencia de ellos en Maicao como han hecho en otros sitios del país.

Quienes han participado en jornadas de censo aseguran que no todos los migrantes fueron contados y que en muchos barrios encontraban hasta 50 venezolanos en un solo bloque residencial, pero que el tiempo de dicho trabajo no alcanzó  para censarlos a todos.

En criterio de muchos dirigentes comunales de Maicao, el número de migrantes residentes en la ciudad se va a reflejar en las próximas elecciones ya que muchos han conseguido entre sus prioridades, que se les haya dado su cédula colombiana.