El temor a que la obra no sea entregada en anualidad como prometió el alcalde de Maicao, y la supuesta mala calidad de los trabajos en la misma, ha generado una cascada de críticas al gobierno de Mohamad Dasuki por la remodelación que en este momento se le realiza a la plaza principal de Maicao.
La mayor descarga de críticas las ha recibido el mandatario municipal, por la estructura de la tarima, que, a decir de varios observadores locales, parece una alberca porque además la composición de la cachucha no corresponde a una tarima de un parque central con el rimbombante nombre Simón Bolívar.
Los habitantes habituales de la plaza que son los cambiadores de monedas extranjeras, que, aunque es un lugar que no fue hecho para eso sino para la recreación y diversión, también están molestos porque los desplazaron del lugar de trabajo y no tienen fecha para volver debido a que los labores en la obra están congelados.
Este medio quiso conocer la versión oficial del arquitecto Carlos Ramírez, director de Planeación, pero este no respondió el mensaje, tal vez siguiendo la pauta de un gobierno que desde sus comienzos ha sido muy dado a no responder los requerimientos de la prensa, sino que se limita a emitir escuetos boletines dando a conocer su posición cuando lo considera necesario.
Para el arquitecto Carlos Bravo, la forma cómo se está haciendo la remodelación de la plaza Simón Bolívar es un atropello para la inteligencia de los profesionales de la arquitectura en Maicao, ya que debe hacerse para este tipo de eventos, un concurso público de méritos.
Advierte que es la mejor manera de escoger un buen diseño. Recuerda que ya se hiso cuando se iba a construir la casa de la cultura, cuando el municipio convocó a los arquitectos de Maicao y se seleccionó el mejor diseño y ahí está el ejemplo, presentado por los arquitectos Elis Choles Benjumea y Jairo Mendoza de la Cruz.
En criterio de Bravo, es un ejemplo palpable que se debe tener en cuenta, ya que los concursos de méritos dan esa oportunidad de seleccionar lo mejor y no hacer las cosas como las hizo el alcalde de Maicao para el caso de la remodelación de la plaza central.
El arquitecto recuerda, además, que “es una lástima que en la ciudad hayan acabado con la sociedad de Arquitectos de La Guajira, capitulo Maicao, órgano autorizado para emitir un concepto con profundidad en relación a las obras públicas que construye el gobierno en la ciudad”.
