Por lo menos nueve años tenía en la Península de La Guajira que no llovía como está sucediendo en esta época, cuya lluvias comenzaron desde el mes de agosto, siguió y va por noviembre.
Según José Radith Zúñiga, un hombre versado en la materia, estas lluvias se deben a tres razones: La primera tiene que ver con la segunda temporada de lluvias; la segunda, con la presencia de una Niña y la tercera, con la temporada de huracanes.
Este invierno tiene colmatado a las tierras y veredas de todo el territorio guajiro, situación que comienza a preocupar a los campesinos y ganaderos de La Guajira, porque todo en exceso es malo y en estos momentos, los aguaceros son frecuentes que ya tienen a sus habitantes desesperados.


Este domingo y lunes festivo, las lluvias cayeron en zonas rurales y urbanas de los municipios de Maicao, Manaure, Uribia, Riohacha, Albania, Dibulla y Barrancas.
En ese sentido, la Corporación Autónoma Regional de La Guajira, a cargo de Samuel Lanaos Robles viene realizando una obra que en esta época sí le ha ayudado a los habitantes del municipio de El Molino, con la protección de márgenes en el río Cargabarros, que inundaba varios barrios.
Igualmente, Lanaos Robles le hace un llamado a los campesinos y agricultores para que no se acerquen a las riveras de los ríos porque casi siempre está lloviendo en la parte de arriba y se puede evitar cualquier dificultad que se pudiese presentar.
Por otro lado, el dirigente político y ganadero guajiro, José Medina Romero, le pide a los mandatarios locales que deben implementar una estrategia para el arreglo de las vías terciarias que por estos días han sido destruidas por las diferentes corrientes de aguas y riachuelos.
«Este deterioro encarece las diferentes cosechas que salen del campo y se hace necesario que los alcaldes miren al campesinado para que puedan casar los productos de pancoger, como también la leche y el queso, que por estos días están a precios asequibles por el consumidor», puntualizó Medina Romero.