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América Latina es de las regiones más desiguales del mundo y Colombia, según informes del banco Mundial, solo es superado en Sur América por Brasil. Es decir, tenemos una estructura social donde imperan la pobreza y las necesidades básicas insatisfechas, pero donde sobre todo, somos desiguales por la concentración de la riqueza. Y eso que se da en Colombia, se agudiza en las regiones del país.

Y La Guajira, por ejemplo, en donde día tras día se ratifican las estadísticas que la ubican entre las regiones menos desarrolladas del país, donde la pobreza monetaria o multidimensional se lleva las cifras más altas, donde las necesidades básicas insatisfechas son de las mayores, también debe ser de las regiones más desiguales, así no existan estadísticas que nos ayuden a soportar la apreciación.

El instrumento que se emplea para calcular la desigualdad de un país determinado es el índice o coeficiente de Gini, que mide la disparidad de ingresos entre los miembros de una sociedad y que revela la desproporción entre los ingresos de los más ricos y los más pobres. Es una medida estadística que nos indica que tan desiguales somos y en Colombia siempre ha superado el 0,5 pero cada vez avanza más, es decir cada vez somos más desiguales.

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Y como somos tan desiguales también vamos a la cola en lo que se conoce como desarrollo humano que no solo tiene en cuenta el PIB percápita sino también las desigualdades, el componente educativo, la esperanza de vida y en general aquellas magnitudes que caracterizan la vida digna.

La educación, y ya lo han dicho estudiosos como Amartya Sen, se muestra como motor indispensable para el desarrollo humano de las comunidades. Existen sociedades que ya lo han demostrado. Corea del Sur y Singapur, por ejemplo, pusieron el énfasis en la transformación de su sistema educativo y eso le ha servido para impulsar su desarrollo. Educación igual para todos y no solo para los que puedan pagarla, educación enfocada en valores estratégicos para su desarrollo y fortalecimiento integral de la educación pública.

Estas reflexiones nos permiten ubicarnos en los resultados de las Pruebas Saber 11 del Calendario A realizadas a fines del año 2022 a todos los estudiantes próximos a egresar como bachilleres. Los resultados son ya publicados por el Icfes pero los cálculos obedecen a autoría propia tomando como base la información oficial. No se tienen en cuenta los resultados individuales sino los resultados por colegio o institución educativa.

Lo primero que hay que anotar es que en total se presentaron estudiantes de 225 planteles educativos repartidos en toda la geografía del Departamento de La Guajira mientras que a nivel país hubo representantes de 12.737 colegios. ¿Cuál fue el comportamiento de nuestras Instituciones Educativas? Veamos:

Solo cinco instituciones (de 225) obtuvieron puntajes promedios mayores a 300 destacándose el Colegio María Montessori de Riohacha con 347 en promedio y un puesto 74 a nivel nacional. Solo 5 colegios se ubicaron entre los primeros 500 nacionales y solo 2 entre los 100 primeros. Y el 84.5 % de todos nuestros colegios obtuvieron en promedio menos de 250 puntos (sobre 500) y el promedio más bajo del Departamento fue de escasos 157 puntos.

En cuanto a la naturaleza de la institución (pública o privada), los primeros 14 lugares pertenecen a la educación privada y la primera institución pública ubicada en el lugar 15 se equiparó al lugar 1.647 del ranking nacional.

Como para sentarse a llorar. Pero lo que se requiere es una amplia campaña de fortalecimiento de la calidad educativa que impartimos. No hay derecho a que las diferencias sean tan abismales no solo en la comparación con el resto del país sino igualmente dentro de nuestras fronteras departamentales. Si seguimos como vamos, no veremos luz al final del túnel.

Necesitamos entender que hay que fortalecer la educación pública e impulsar la calidad educativa de una forma sistemática y a todos los niveles. Hay que recordar que esta es la base que entregamos a la Universidad de La Guajira, quien por muchos esfuerzos que haga por la cobertura, tiene claro que sin la calidad tampoco avanzaremos.