Desde que tenía 18 años, Jader Polo Meza ha lustrado o embolado, como le decimos en la costa, los zapatos y botas de infinidades de personas que viven en Riohacha o fuera de ella. Decidió hacer este oficio, porque a su corta edad no tuvo otra fuente de trabajo donde pudiera tener la oportunidad de desarrollar otra profesión.
Entre sus recuerdos tiene las mejores épocas de su vida en el Parque Padilla, que es donde ha permanecido todos estos años. Ha conocido infinidades de amigos, unos se han quedado, otros se han ido, ha lustrado los zapatos de personalidades y cantantes, gobernadores, alcaldes o cualquier dirigente que ha querido que Janer brille el cuero de sus botas.
Cada embolada tiene un valor de 3.000 pesos, Polo cuenta que entre los días que está en el Parque Padilla, que es de lunes a viernes, algunos son buenos y otros regulares. A pesar de esto, Jader nunca se ha desanimado, al contrario, presta servicio a domicilio a varios clientes que tiene en Riohacha y que lo llaman cada fin de semana para que también les lustre los zapatos, los fines de semana tiene mejor ganancia.
Este hombre es uno de los ejemplos de lucha y paciencia por ganarse el pan de cada día y llevar a su hogar la comida. Su responsabilidad con sus hijos, que son su principal motor, nunca la ha echado a un lado, la tiene en mente desde que amanece hasta que anochece. Jader cree que el día del hombre también es importante para que las mujeres tengan detalles con el género masculino.